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La reputación de McCain decae al publicarse la noticia de un posible romance

El petardazo provocado por el artículo publicado por la edición 'on line' de 'The New York Times', en el que se relaciona sentimentalmente a John McCain con la 'lobbista' Vicky Iseman hace ocho años, ha hecho correr ríos de tinta en EE. UU. y ha puesto la reputación de la cabecera en entredicho. De momento, el candidato republicano ha tachado la historia de golpe bajo mientras el núcleo duro de los conservadores ha respaldado al que promete convertirse en su próximo nominado para alcanzar la Casa Blanca. Sin embargo, el diario neoyorquino sigue empeñado en seguir dando bombo al asunto.

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Desde programas de radio, como el dirigido por Rush Limbaugh, se referían al artículo publicado el pasado jueves en la web del periódico como un mero «cotilleo». Buena parte de los analistas políticos creen que la cabecera ha jugado sucio puesto que han permanecido sentados sobre la historia hasta que el senador de Arizona se ha perfilado como caballo ganador para luchar en la carrera presidencial. Además, lo más sorprendente de todo es que el propio 'The New York Times' manifestó su respaldo a McCain el pasado 25 de enero.

De hecho, uno de los principales consejeros del equipo de McCain, Mark Salter, explicó a la revista 'Time' que el rotativo siguió adelante con la publicación de dicha información para evitar ser avergonzado en público. Al parecer, 'The New Republic', otra revista de contenido político ya tenía previsto publicar un minucioso artículo en el que narraba las dificultades encontradas por el diario para llegar a hacer público su descubrimiento sobre el veterano senador.

Rencillas internas

En dicho artículo, publicado también el pasado jueves, se pueden conocer los pormenores del asunto. Al parecer la publicación asegura que 'The New York Times' ha estado tres meses batallando para poder sacar su historia ante la frustración de muchos de sus redactores. Sin embargo, el editor jefe del periódico, Bill Keller, se apresuró a desmentir estas afirmaciones a la agencia Associated Press, a la que dejó claro que la decisión «no tuvo nada que ver con la publicación del artículo de 'The New Republic' o rencillas internas dentro de la cabecera».

Aún así, la página web de noticias, del 'Drudge Report', ya informó el pasado mes de diciembre sobre las presuntas presiones que había sufrido dentro de la redacción del rotativo para que dicha historia no fuera publicada.