MATRIMONIO. El candidato Rajoy ayer en Cádiz, con su esposa Elvira Rodríguez. / CHEMA MOYA. EFE
ESPAÑA

Rajoy promete un gobierno para todos que «una a los españoles»

El candidato orienta su estrategia a propiciar el cambio político con votos de los caladeros socialistas Se ve a sí mismo como un 'sprinter' que gana terreno a sus contrincantes para alzarse con la victoria

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Cádiz, la cuna del constitucionalismo español, fue el lugar elegido por el candidato del Partido Popular a la Presidencia del Gobierno para estrenar la campaña electoral, en compañía de Javier Arenas que también concurre a las elecciones el 9 de marzo como aspirante a presidir la Junta de Andalucía. En un mitin previo a la pegada de carteles, Mariano Rajoy reivindicó la trayectoria histórica del sistema constitucional español y se comprometió a «gobernar para todos los españoles, piensen como piensen, digan lo que digan y hablen como hablen».

El líder de la oposición se mostró seguro de lograr el día 9 de marzo un cambio político y prometió un Gobierno «que una a los españoles» y garantice que sean «libres e iguales». Rechazó la tensión y deseó que los ciudadanos voten «serena y tranquilamente, con cabeza y corazón». Sin renunciar a las críticas al Gobierno del PSOE, transmitió un mensaje teñido de moderación y centrismo, acorde con la estrategia que primará en su campaña, dirigida a «robar» votos al PSOE porque está convencido de que ya tiene garantizada la fidelidad del electorado popular.

«Éxito electoral»

En un símil ciclista que tanto le gusta, el candidato 'popular' se ve a sí mismo como un 'sprinter' que gana terreno a sus contrincantes para alzarse con la victoria en el último minuto. Así se propone conseguir el éxito electoral, arañando votos del adversario en la etapa final, después de haber logrado mantener intacto y muy movilizado, a lo largo de toda la legislatura, el electorado tradicional de votos del PP.

Al líder de los populares se le ve muy optimista, seguro de sí mismo y casi exultante en sus actos públicos. Sus colaboradores difunden la misma idea y aseguran que está contentísimo porque «las cosas van muy bien».

Es una actitud que forma parte de su estrategia porque el Partido Popular intenta aparecer en este periodo oficial de propaganda como caballo ganador mientras presenta a un Rodríguez Zapatero nervioso y «tenso» porque se sabe perdedor. Eduardo Zaplana exhibió con claridad esta estrategia en la rueda de prensa que ofreció ayer jueves en Gerona donde aseguró que si el líder socialista «eleva el tono» con una campaña «artificial y exagerada» es porque ya es consciente de su «fracaso electoral». Mariano Rajoy utiliza con profusión el mismo recurso y denuncia los comentarios de Zapatero sobre la necesaria dramatización de su campaña como el símbolo del «talante perdido».

El candidato popular, Mariano Rajoy no ocultó nunca -como hizo también este jueves en Cádiz- que estos cuatro años de oposición han sido «difíciles» pero, tras las elecciones municipales y con el acicate del triunfo moral que supuso la ventaja de un puñado de votos (156.000) sobre el Partido Socialista, su partido recuperó el ánimo y empezó a acariciar la idea de volver al poder.

El desgaste gubernamental que supusieron los primeros malos datos de la economía, tras el verano, pusieron al partido opositor en velocidad de crucero hacia la búsqueda del voto perdido el día de la pasad derrota del año 2004.