Carpintería y labores domésticas, obligatorias
Laura Puhakka, de 12 años, comienza hoy su jornada escolar en el taller de madera del nuevo edificio de la escuela de Kerttula Koulu, una nave de una sola planta, muy sencilla. Sólo hay chicas. «Los chicos están en costura. En estas materias llevan un ritmo diferente», explica el profesor de Carpintería Markku Vanala, rodeado de un grupo de adolescentes que utiliza los martillos con destreza para hacer un armario de llaves. «Las labores manuales, como el trabajo con madera, están muy valoradas en Finlandia, y cada vez más», explica Markku, un docente afable enfundando en un buzo azul.
Actualizado: GuardarEn el aula de costura, los chicos diseñan un logotipo para hacer la funda de una almohada. Muchos han elegido conocidas marcas de moda. En una sala cercana, Alexi, de 12 años, está solo con una profesora. Utiliza la máquina de coser. «Todos sus compañeros han acabado ya esa tarea y él recibe ayuda individual hasta completar el trabajo y poder reincorporarse a la clase», explica la docente. En la clase de costura hay máquinas de coser en las estanterías y cada cajón contiene los materiales clasificados: tijeras, hilos, lana.
Los estudiantes finlandeses tienen las asignaturas de carpintería y labores domésticas obligatorias. Aprenden a cocinar, a poner una lavadora, coser, planchar y economía familiar. «Los responsables educativos quieren que los estudiantes sean capaces de llevar una casa. Que sean autónomos en su vida personal», dice Begoña del Barrio mientras su hija Laura, que habla castellano, finés e inglés, colabora para traducir a su profesor y a sus compañeras.
Todos los alumnos cursan también como materia obligatoria la asignatura de Orientación. No es de extrañar. Los finlandeses son grandes amantes de la naturaleza.