Al menos 33 detenidos en una operación en Francia contra los disturbios de noviembre
La muerte de dos adolescentes al colisionar su moto contra un coche de policía desencadenó numerosos episodios violentos en varias poblaciones francesas que se saldó con 119 heridos
PARÍS Actualizado: GuardarFrancia ha realizado en el día de hoy una espectacular operación policial, en la que han participado un millar de agentes, que ha permitido por ahora la detención de 33 personas sospechosas de haber participado en los disturbios que sacudieron la periferia norte de París el pasado mes de noviembre y que se saldaron con 119 policías heridos, varios de ellos por arma de fuego y cinco de gravedad.
La operación, que comenzó a las 06.00 hora local (05.00 GMT), se ha llevado a cabo en varias localidades del departamento de Seine Saint Denis, al norte de la capital, y en particular en Villiers-le-Bel, donde estalló la ola de violencia tras la muerte de dos adolescentes, cuya moto colisionó con un coche de policía.
Grupos de antidisturbios entraban en los edificios armados con instrumental para echar abajo puertas y otros colegas esperaban a la entrada, mientras numerosos periodistas, cuyos medios habían sido advertidos incluso días antes, contemplaban la actuación en el exterior.
Según la Fiscalía, un total de 35 personas de las 39 buscadas por los disturbios están bajo custodia, incluidos dos sospechosos que ya estaban encarcelados por otros asuntos. Entre los detenidos está un hermano de uno de los dos adolescentes muertos en el accidente con el coche patrulla.
La operación de hoy, dirigida por la Dirección Central de la Seguridad Pública y la Dirección Regional de la Policía Judicial, se ha llevado a cabo bajo la dirección de tres jueces que instruyen los procedimientos por tentativa de homicidio de agentes y por incendios voluntarios.
Recompensas por información sobre los autores
A finales de ese mismo mes, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, había advertido de que se haría todo lo posible para encontrar a los autores de los disparos contra los agentes, y lo consideró "una prioridad absoluta".
Para ello, la policía distribuyó en diciembre en Villiers-le-Bel y en otras localidades pasquines en los que incitaban a la población a identificar anónimamente a los autores de los ataques a las fuerzas del orden y prometían remuneraciones de varios miles de euros.
A comienzos de enero, la ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie avanzó que "pronto" se entregaría a la justicia a responsables de esos disturbios.
Acusaciones de montaje político
La fiscal de Pontoise, Marie-Thérèse de Givry, ha justificado la magnitud del despliegue policial y ha insistido en la idea de que los medios utilizados "estaban a la altura de los hechos criminales extremadamente importantes" que habían ocurrido en Villiers-le-Bel. Asímismo, ha señalado que ninguno ha sido puesto en libertad y que casi todos tenían más de 20 años, y sólo tres eran menores de edad.
La ministra del Interior, la conservadora Michèle Alliot-Marie, ha tratado de cortar las críticas de la oposición sobre un montaje de uso político al subrayar que ha sido "una muy buena operación, con mucho éxito, efectuada con tranquilidad", aunque ha lamentado las fugas que han conducido a una "importante mediatización" del suceso.
El alcalde de Villiers-le-Bel, el socialista Didier Vaillant, se ha manifestado sospechosamente extrañado de que la prensa estuviera advertida por adelantado, mientras que él mismo fue prevenido cuando el dispositivo se ponía en marcha sobre el terreno.
La ex candidata socialista al Elíseo, Segolène Royal, ha sido más clara en sus acusaciones de un montaje de uso político: "todo el mundo está en su derecho de sorprenderse de que las cámaras de televisión hubieran sido convocadas en plena campaña electoral para las Municipales" de marzo.
Alliot-Marie ha respondido a Royal que acabe con la "hipocresía" de sus acusaciones: "teníamos que detener a personas que habían cometido actos graves, así que dejemos de crear polémica sobre lo que se ha sabido; lo importante es que se ha hecho".
También en un tono crítico, el líder centrista François Bayrou, ha considerado pertinente la acción contra los responsables de los disturbios, aunque también ha cargado contra la mediatización en directo del excepcional dispositivo policial. "Siempre he considerado que la justicia no se debía acompañar de una escenificación", ha señalado.