Concha Márquez Piquer. / EFE
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¡Caracoles con el baúl de la Piquer!

Concha Márquez Piquer desvela en una caracolada los secretos del mítico equipaje de su madre

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Los caracoles tienen cuernos... «Así que podría ser también la reina de los cornudos», bromeó Concha Márquez Piquer al ser proclamada en Barcelona Reina del Caracol 2008. «¿Asco yo a los caracoles? Qué va. ¿No ves que soy valenciana? En mi casa los ponía muy ricos, y un poco picantes, mi tía Nitín, y también la cocinera que teníamos. Mamá no. A mamá lo que le gustaba era planchar. Ella misma decía que, como cocinera, sólo sabía hacer huevos duros».

La hija de la gran Concha Piquer ejerció de soberana, Fernando Guillén fue el pregonero y la actriz Teté Delgado bordó el papel de Cargolina en la Fiesta del Caracol celebrada en la Ciudad Condal; un original y pantagruélico banquete, no apto para estómagos delicados, que desde hace veinticuatro años organiza el restaurante Diagonal Can Soteras y por el que han desfilado, entre otros reconocidos engullidores de caracoles, Joan Manuel Serrat, Concha Velasco, Ferrán Adriá, Sara Montiel, Mercedes Milá y Chenoa.

En esta nueva edición se rindió homenaje al Año Olímpico, y varios deportistas, entre ellos la atleta María Vasco, el entrenador Xabier Azkagorta y la atleta paralímpica Rosalía Lázaro, fueron ordenados cofrades del caracol por medio de una irónica ceremonia en la que, a falta de espada, se utilizó un gigantesco tenedor de madera. Acto seguido, todos juraron cumplir los diez mandamientos del buen caracolero, entre los que figuran: «Amarás al caracol como a ti mismo» y «No matarás al caracol, si no es para llevártelo a la cazuela».

La protagonista indiscutible fue Concha Márquez, acompañada en todo momento por su marido, el actor Ramiro Oliveros, y recién llegados ambos de Tailandia, donde acostumbran a recibir el nuevo año.