Cine español y crisis
El cine se ha convertido en puro entretenimiento, en fuegos artificiales, en 90 minutos de pim pam pum. Si quieren hacer arte, no pidan cifras y si quieren cifras, imiten la fórmula del éxito. El arte deja de serlo en el momento en que se prostituye y se convierte en negocio. Si el cine es eso, negocio y ha de ser rentable, trátenlo como tal. De la misma forma que no pago lo mismo por ver a U2 que a la Quinta Estación, no debería pagar lo mismo por ver una superproducción con Johnny Depp que por ver a noveles españoles (con todos mis respetos pero hablamos de negocio ¿no?).
Actualizado: GuardarRepaso las recaudaciones y ¿qué veo?: piratas, guerreros, magos, espadachines, elfos, brujas, superhéroes, etcétera. En definitiva, aventuras, suspense y comedia. La producción de EE UU y España es inversamente proporcional. De cada 10 películas americanas 9 son un espectáculo circense y en España sucede justo lo contrario. Dramas sociales y psicoanálisis de personajes truculentos. La excepción son Alatristes o Torrentes. Las películas de EE UU dan la sensación de ir a 100 r.p.m. y las nuestras, a 25 r.p.m. Nos traen sus salas, sus refrescos, sus palomitas y el Digital Dolby Surround, que dicho sea de paso me garantiza un esplendoroso futuro como audioprotesista, y quieren que llenemos la sala 13 donde proyectan un viaje introspectivo a la mente de unas amigas prostitutas y yonkis. Siento reconocerlo, pero el fin de semana prefiero a Jack Sparrow, Aragorn y al divertido Shreck. El resto del tiempo, con los informativos, la prensa y mi cartilla del banco tengo suficiente drama social.
Manuel Pérez. Cádiz