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La tranquilidad regresa a Balaídos con un triunfo sobre el Poli Ejido

Victoria balsámica (2-1) del Celta que, tras dos derrotas consecutivas, recuperó el sabor de la victoria ante el farolillo rojo de la clasificación, el Poli Ejido, que sirve para recuperar la tranquilidad perdida aunque, eso sí, en un mal partido de los de López Caro que vencieron pero no convencieron.

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Un triunfo cimentado en la superioridad numérica de los de Vigo tras la expulsión de Marc Bernaus al cuarto de hora de la reanudación, lo que allanó el camino de los celestes hasta ese momento lleno de trompicones. Mal partido, pues, del Celta que hasta entonces no supo imponerse al colista de la División, sin llegar a dominar el balón, sin jugar apenas por bandas, y sin mordiente alguna en el ataque pese a jugar de inicio con dos puntas.