DAVID CIFREDO PRESIDENTE DE FACUA CÁDIZ Política de consumo
Hace unos meses, el actual Ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, aprovechando una visita a nuestra provincia, impartió una conferencia a la que tuvimos el gusto de ser invitados. En su interesante alocución, de aproximadamente 90 minutos sólo dedicó cinco a hablar de la labor de su Ministerio en materia de Consumo.
Actualizado: GuardarEsta anécdota refleja la poca importancia que los partidos políticos, no sólo el que gobierna actualmente nuestro Estado y Comunidad, dedican a esta materia. Es descorazonador que asuntos que generan tantos problemas a los ciudadanos, bancos, seguros, telefonía, promotoras, etc, no merezcan la atención debida por parte de los poderes públicos. Por ello, nuestra primera petición a los partidos políticos en materia de consumo es, precisa y sencillamente, que hagan política de consumo.
Un primer paso para ello sería la de dotarlo de su propio ministerio o, en su defecto, dado su carácter transversal, asignarlo a otro en que pudiera tener una mejor adecuación que en el actualmente adscrito, como, por ejemplo, Presidencia, siguiendo el modelo fijado por el Gobierno de nuestra Comunidad Autónoma, en el que la materia de consumo es competencia de la Consejería de Gobernación.
Históricamente, nuestra organización se ha mostrado contraria a la desregularización del mercado, dado que los procesos liberalizadores lo que han conseguido es la absoluta desprotección de la parte más débil, el consumidor, sin conseguir una competencia real en el mercado que produjera, como nos vendieron, una bajada de precios y una mejora de la calidad, la realidad ha sido la contraria, se han aumentado los precios y se recibe un peor servicio, el ejemplo más claro lo tenemos en el sector de las telecomunicaciones, aunque no ha sido el único, hidrocarburos, electricidad
El Estado debe defender a los consumidores, entendiéndolo como la parte más débil en una economía de libre mercado como la nuestra. Esta intervención de la Administración debe traducirse, principalmente, en una mayor beligerancia contra aquellos que vulneren los derechos de los consumidores.
Al mismo tiempo, la intervención en el mercado debe también efectuarse mediante la realización de inspecciones más numerosas y exigentes que eviten que, periódicamente, tengamos que hacer frente a casos de fraudes masivos, que desgraciadamente, al igual que al principio de los ochenta sucedió la intoxicación por consumo de aceite de colsa, a día de hoy siguen sucediendo, como ejemplo la estafa filatélica destapada hace dos años, que demuestran a las claras que el control del mercado sigue siendo una asignatura pendiente de nuestro país.
Que duda cabe que en una materia tan compleja como el consumo no existe ninguna panacea que resuelva los problemas ciudadanos, para avanzar en un mercado tan agresivo como el que nos movemos, deben existir organizaciones de consumidores consolidadas y para ello las administraciones nos deben dejar desempeñar la importante función a la que estamos llamados.
Es imprescindible que los partidos que gobiernen nuestro Estado y/o Comunidad después del 9 de marzo entiendan que los ciudadanos necesitan organizaciones fuertes, representativas, independientes, que aglutinen a miles de consumidores y que sepan ser cauce de sus reivindicaciones. Debe realizarse un esfuerzo en la materia, lo más importante no es subvencionar más a estas organizaciones, que también, sino reconocer su papel, sin obstaculizar ni usurpar sus funciones, dirigiendo las actuaciones de las OMICs y de los Servicios de Consumo a la inspección del mercado, dejando que sean las Asociaciones de Consumidores las que informen y defiendan a los ciudadanos consumidores y usuarios.
Desde FACUA Cádiz, reclamamos que se tomen medidas para impulsar el acceso a la vivienda, tanto en su adquisición como en su acceso en alquiler, que además del impulso a la red de Alta Velocidad se respalde el desarrollo de la red de cercanías y regional, que se fortalezcan los sistemas sanitarios y educativos públicos, que se fomenten conductas alternativas que contribuyan a un cambio de modelo de producción y consumo más racional y sostenible y que se impulse el papel de las organizaciones de consumidores como agentes económicos y sociales, entre otras muchas reivindicaciones.
Para finalizar, después de tantas peticiones, un ofrecimiento honesto: el de la colaboración. FACUA Cádiz es una organización que, como los buenos amigos, será crítica con los que finalmente gobiernen cuando estime que se lo merecen, pero con la honestidad necesaria para mostrar un apoyo decidido hacia aquellas políticas que favorezcan los intereses de los consumidores en la línea que hemos señalado.