ÚLTIMOS DETALLES. Trabajadores colocan un cartel en una valla publicitaria de Pristina que saluda la independencia de Kosovo. / EFE
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Kosovo, a un paso de su sueño

La independencia se espera mañana, mientras una bomba crea tensión en Mitrovica y la minoría serbia anuncia un parlamento fiel a Belgrado

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Kosovo ya cuenta las horas para su independencia. En la céntrica avenida Madre Teresa, recién peatonalizada, se colocaban ayer las últimas farolas de diseño italiano. Coches, taxis y autobuses ya circulaban con banderas albanesas, a falta de una propia pero signo de la espinosa confusión de identidad. Había flores frescas en la estatua de Zahir Pajaziti, el héroe del UCK, la guerrilla kosovar. También en las fotos de fallecidos en la represión serbia que cubren la valla del Parlamento. El 90% albanés de los dos millones de habitantes de este territorio, que aún es Serbia pero que administra la ONU desde el fin de la guerra, en 1999, saben que este fin de semana será el gran día. Oficialmente sigue sin confirmarse nada, pero todas las fuentes coincidían en señalar que la jornada histórica será mañana. Daban hasta la hora, entre las cinco y las seis de la tarde. Luego, concierto de la filarmónica local y fuegos artificiales. 'Festeja con dignidad', piden por toda la ciudad unos carteles con un corazón rojo, en el deseo de evitar una imagen preocupante ante el mundo con escenas bárbaras de tiros al aire.

El esquema que se maneja prevé una sesión extraordinaria del Parlamento para aprobar la proclamación. Luego sería el anuncio oficial. En realidad, parecía que iba a ser ayer. Se daba por hecho que la rueda de prensa convocada por el primer ministro, Hashim Thaci, en el Gran Hotel, colosal y deprimente bloque soviético, era para anunciar la independencia, o al menos la fecha. Sin embargo, el ex jefe del UCK, apodado 'Serpiente' en sus días guerrilleros, se limitó a anunciar con una sonrisa algunas medidas administrativas, como si viviera en otro planeta. Unos 200 periodistas expectantes de la prensa internacional se lo habrían comido vivo. Ante la decepción general, Thaci sólo dijo que la fecha sería «muy pronto».

Sin embargo, a esa hora su portavoz ya andaba ratificando de forma oficiosa que iba a ser el domingo. Explicaba que, «por prudencia», según las agencias, no podía haber un anuncio formal. Éste es el tipo de ambigüedad en que se están moviendo las autoridades kosovares, crecidas con la atención informativa pero, sobre todo, porque el proceso se controla a distancia desde la UE y EE UU.

En todo caso, los acontecimientos se precipitan. El Parlamento de Pristina dio ayer un paso más al aprobar una moción que permite la secesión en 24 horas, siguiendo la plantilla del plan Ahtisaari, el enviado de la ONU que propuso un modelo de total autonomía. Según la prensa local, se aprobarán 34 leyes básicas, 22 de ellas del plan Ahtisaari, en los primeros días del Kosovo independiente.

La ciudad partida

Se acaricia el sueño, pero se acerca la pesadilla para la minoría serbia, 120.000 personas, que no reconocen el nuevo Estado. La tensión crece en Mitrovica, la ciudad del norte que simboliza el dilema de Kosovo, pues está partida en dos por el río Ibar, con una mitad serbia y otra albanesa. Anoche estalló una bomba en la parte serbia, sin daños personales, en un edificio destinado al personal de la UE. La presidencia de turno eslovena calificó ayer de «muy grave» el incidente, que quizá sea un preludio de lo que se avecina. También aparecieron en la ciudad folletos del grupo paramilitar serbio Guardia del Rey Lazar, que de momento sólo hace gestos a la galería. Por si acaso se ven más que nunca los 16.000 soldados de Kfor, la fuerza de la OTAN. En la resistencia civil, la asociación de municipios serbios, reunida en una escuela de Mitrovica, declaró ayer que creará un parlamento propio, fiel a Belgrado. Las elecciones se celebrarían el 11 de mayo, con las municipales serbias. Su secesión de la secesión será el primer grado de complicación del escenario.

En Belgrado, el presidente Boris Tadic repitió ayer en su toma de posesión que nunca renunciará a Kosovo. Pero no deja de ser buena señal su anuncio de que Serbia no romperá relaciones con quien reconozca el nuevo Estado. «No serían del nivel actual, pero no habría ruptura de la comunicación», dijo. «No es momento para sentimientos, sino para una defensa planeada de Kosovo y de nuestro futuro europeo». En esta batalla diplomática ha conseguido para el martes martes una reunión extraordinaria de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). La Iglesia ortodoxa celebra mañana una misa por la salvación del pueblo serbio de Kosovo en la iglesia de San Sava de Belgrado. Y ahora, todos a esperar.