Asesinada de una puñalada la joven dependienta de una tienda de colchones
El agresor, un atracador armado con un cuchillo, iba cubierto con un pasamontañas La empleada, de 24 años y vecina de Conil, recibió una herida moral en el corazón
Actualizado: GuardarLa joven conileña Dolores Amaya Rodríguez, de 24 años, encontró ayer la muerte poco antes de cerrar la tienda de colchones en la que trabajaba, situada en pleno de centro de Chiclana. Al caer la noche, un asaltante entró en el establecimiento y le propinó una certera puñalada que le provocó la muerte de manera casi inmediata.
El suceso se produjo pasadas las 20 horas de la tarde en el interior de la colchonería y tapicería La casa de los sueños, ubicada en la Cuesta del Matadero de la localidad.
Un individuo, que iba con la cara cubierta con un pasamontañas, entró en el establecimiento armado con un cuchillo de grandes dimensiones con el objetivo de robar la recaudación del día de la tienda. La Guarida Civil no ha precisado las causas que motivaron el ataque, pero la chica recibía una herida limpia de arma blanca que le penetraba desde el costado y que le llegaba directamente al corazón, causándole una herida mortal.
Trasladados hasta el lugar de los hechos de inmediato, los servicios médicos no pudieron hacer nada por su vida y horas después el forense ordenaba el levantamiento del cadáver.
Según los primeros indicios, la víctima sí tuvo tiempo antes de fallecer de salir a pedir auxilio a la puerta del establecimiento comercial en el que trabajaba como dependienta. De hecho, pudo avisar a su pareja, que acudió al comercio de colchones.
De inmediato fue auxiliada por un conductor que transitaba en su vehículo por la zona anexa a la plaza de Santo Cristo que fue quien junto a otros transeúntes dio aviso a las fuerzas de seguridad y al servicio de emergencias médicas 112. Se da la circunstancia de que la joven fallecida era la nuera del jefe de la Agrupación de Protección Civil de Chiclana, un voluntario muy conocido en la ciudad, Eladio Martínez.
Desde minutos después de que se produjera la agresión mortal, los efectivos de la Guardia Civil y Policía Local acordonaron la zona para tratar de localizar al agresor. Se buscó, sin éxito, el arma empleada para asesinar a la dependienta. Al cierre de esta edición, se desconocía la identidad del asesino, pero el operativo policial seguía abierto para tratar de localizarlo.
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