LUDWIGSHAFEN. Una mujer muestra un periódico turco. / AFP
MUNDO

Alemania sospecha que el incendio que mató a nueve turcos fue intencionado

Dos niñas vieron a un hombre prender fuego a un periódico y arrojarlo al edificio

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El voraz incendio que devastó el pasado domingo un edificio de viviendas en la ciudad alemana de Ludwigshafen, con el trágico resultado de nueve personas de nacionalidad turca muertas, entre ellas cinco niños, cobró ayer una nueva dimensión cuando la Policía apuntó la posibilidad de que el siniestro fuera intencionado.

Aunque las autoridades aún no han podido determinar oficialmente las causas que provocaron el incendio en plena fiesta de carnaval, si admitieron que se investiga la declaración de dos niñas que declararon haber visto a un hombre de pelo negro y que hablaba alemán prender fuego a un periódico y tirarlo al interior del edificio destruido.

Las pequeñas, también de origen otomano, fueron entrevistadas por la cadena privada RTL y por medios de Ankara. Según su testimonio, el hombre arrojó los periódicos ardiendo entre los coches de los bebés que se guardaban en la planta baja de la casa, junto a la escalera.

Comisión especial

«Todo lo que se diga sobre el origen del incendio son suposiciones, pero estamos investigando cualquier posibilidad», salió al paso un portavoz policial. Algunas fuentes sí revelaron que el inmueble había sido objeto de un atentado en agosto de 2006, cuando desconocidos lanzaron al interior de un local comercial vacío, dos pequeños cócteles molotov. Las declaraciones de las dos niñas y la certeza de que el edificio estaba habitado sólo por familias de origen turco despertó también la sospecha de que el ataque pudiera tener una motivación xenófoba, como sucedió hace quince años en Solingen, cuando tres jóvenes neonazis incendiaron una casa habitada por una familia también otomana. En aquella ocasión hubo cinco muertos.

La posibilidad de una nueva acción xenófoba con las trágicas consecuencia que ha tenido alarmó a las autoridades alemanes y turcas. Berlín ha ordenado crear una comisión especial integrada por cincuenta personas para tratar de aclarar las causas del siniestro, mientras Ankara decidió enviar a Ludwigshafen a un grupo de expertos, que fueron autorizados por la Fiscalía alemana para colaborar en las investigaciones.