La construcción de nuevos pisos en la provincia de Cádiz cae un 30% en menos de un año

El círculo virtuoso de la vivienda es cada vez menos virtuoso y va degenerando en círculo vicioso. A lo largo de las últimas semanas se han deteriorado eslabones de esta cadena como el de la concesión de nuevas hipotecas (que se ha frenado), el del precio de venta (que sólo resiste en la capital por aquello de su singularidad) o el del empleo en el sector de la construcción (que ha empujado a las cifras del paro en la provincia de Cádiz a los niveles de la última gran crisis económica, allá por los tiempos de Felipe González). Ahora se ha viciado de forma definitiva otro factor más del círculo: el del inicio de nuevas edificaciones, que se desplomó en 2007.

Los datos del Ministerio de Fomento sobre el número de visados de dirección de obra nueva (trámite que da pie a la puesta del primer ladrillo de una obra) en Cádiz señalan que entre enero y noviembre del año pasado se concedieron 14.115 vistos buenos. Durante los mismos meses del año precedente se habían emitido 20.161. Entre un ejercicio y otro se han perdido un 29,9% de visados y el año 2007 va camino de ser el peor de toda la década (el 2000 terminó con 15.328 y aunque falta un mes para sumar a 2007 diciembre suele ser muy débil). En todo caso, un parón en el inicio de nuevas obras siempre deriva en un frenazo de todo el sector.

La estadística de Fomento, basada en la información proporcionada por los arquitectos, ha sido un buen espejo de la realidad del boom inmobiliario de los últimos años. A la pregunta de cuándo empezó todo, responden las cifras que en 2004, cuando se visaron más de 20.000 edificaciones frente a las 16.000-17.000 que se rubricacaban desde principios de siglo. Las dudas sobre cuánto tiempo ha durado la burburja se despejan con los resultados de 2005 y 2006, que presentaron 21.315 y 21.583 inicios de actuaciones en inmuebles, respectivamente.

El final, por lo tanto, ha llegado en 2007, con ese desplome en los once primeros meses del año. Una caída que no sólo se ha producido en Cádiz, ya que el frenazo ha sido generalizado en todo el país, aunque en la provincia ha sido más acusado: un 29,9% de descenso en Cádiz frente al 23,6% de retroceso en la media nacional.

«La situación nos tiene profundamente preocupados», constata Emilio Corbacho, presidente de la Federación Provincial de Agrupaciones de Empresarios de la Construcción de Cádiz (Faec) y portavoz también de la patronal andaluza. De momento, las compañías mantienen su confianza en que el Pacto por la Vivienda que firmó recientemente la Junta de Andalucía con todos los agentes sociales dé sus frutos y compense el «evidente bajón» que está sufriendo el sector constructor.

De momento... Porque el representante de los promotores gaditanos avisa a la Administración de que la concreción del Plan Concertado de Vivienda y Suelo (primer gran fruto que debería dar el pacto) debe aprobarse «de forma urgente». Y no sólo eso, sino que también «tiene que ser un plan atractivo para que los constructores se animen a edificar las viviendas protegidas que se incluyan en dicho proyecto».

¿Un aviso para las autoridades autonómicas? Más bien una obviedad y una exigencia innegociable, ya que el plan de vivienda sólo será útil como compensación a la ralentización inmobiliaria si se acuerda cuanto antes y con el mayor compromiso posible (en forma de ayudas, de disponibilidad de suelo y de condiciones que gusten a las empresas, es decir, de financiación). Para Emilio Corbacho, todo debería estar atado antes de las elecciones y ya se ha convocado una gran reunión regional para el día 18.

Mientras tanto, el temporal ue azota al sector sigue oxidando todos los eslabones del círculo virtuoso, una cadena que los constructores gaditanos no esperan que se recupere del todo hasta dentro de dos años.

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