Goyas
La gente del cine se concedió la otra noche sus premios anuales en la habitual gala de TVE. La retransmisión funcionó en una especie de falso directo. Eso explica que España directo pudiera estar desde las ocho y pico ofreciendo a los espectadores la llegada de las estrellas bajo el atractivo rótulo de el glamour del cine español. Lo del glamour se refería a los modelitos que lucían las actrices. En cuanto a la gala, recurrió una vez más al modelo del bufón presentador con José Corbacho como conductor. La parte positiva: el despliegue de sastrería, realmente sorprendente. La parte negativa: el exceso de protagonismo de Corbacho.
Actualizado: GuardarEl showman se marcó unos cuantos números de dispar fortuna -véase, por ejemplo, ése en el que acudía supuestamente a casa de Almodóvar o de Garci para ver si los llevaba a la gala- e interpretó un guión donde no faltaron los aguijones, aunque bastante inofensivos: la petición a Zapatero de un cheque de 400 euros para cada espectador que vaya a ver cine español, la confusión entre Belén Rueda y Belén Esteban, etc. Dijo también que «la gente del cine tenemos que velar por todos los españoles», y no es fácil saber si eso hay que tomarlo como declaración institucional o como broma de mal gusto.
Esa ambigüedad afloró en varios momentos. Un buen ejemplo fue la alocución de la presidenta de la Academia, Ángeles González Sinde. Leyó su texto de tal modo, en estilo de cuento infantil, que se hacía difícil seguirlo; de hecho, cuando terminó, el público guardó unos segundos de silencio, sin saber si había acabado o no. Más tarde, Alberto San Juan pidió la disolución de la Conferencia Episcopal y eso sí que lo entendió el respetable, porque le aplaudieron mucho.
En lo estrictamente televisivo, una noticia relevante: el premio a la mejor actriz revelación para Manuela Velasco, una mujer que se inició en los culebrones. Y sin salir de lo televisivo, señalemos que la gala perdió medio millón de espectadores respecto al año pasado. Quedó por detrás de Telecinco y de Antena 3. Nadie se extrañará.