Un hombre asesta once puñaladas a su pareja en Marbella y se autolesiona

«¿Me he vuelto loco!», vociferaba el presunto agresor. Los vecinos de la urbanización Pinares de Las Chapas, en el término municipal de Marbella, escucharon los gritos poco después de las 4.30 horas de la madrugada del domingo. Noche cerrada todavía y silencio en un tranquilo recinto residencial. Era la primera vez, aseguraban, que sus oídos se hacían eco de un episodio tan trágico y dramático. Una mujer era apuñalada hasta en once ocasiones por su pareja sentimental, un hombre de 60 años y albañil de profesión.

El suceso ocurrió en la calle Alcornoque de Marbella, cuando el hombre asestó a la mujer, con la que mantiene una relación sentimental de muchos años, once puñaladas y después se autolesionó hiriéndose en el pulmón con el mismo instrumento y gritando que se había vuelto loco y que no sabía lo que hacía, según relataron los vecinos consultados por este periódico. A consecuencia de la agresión, la mujer sufrió varias heridas en el pecho y en el costado, por lo que fue trasladada en estado grave al hospital Costa del Sol, donde fue ingresado también el presunto agresor. Mientras la víctima permanecía en estado grave al cierre de esta edición, el presunto agresor abandonó en la tarde de ayer la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y está fuera de peligro. El hombre, custodiado por la Policía Local, fue ingresado con heridas en el pulmón al tratar de autolesionarse. Una vez que se recupere pasará a disposición judicial acusado de intento de homicidio.

Según el relato de algunos vecinos de la zona residencial Pinares, donde se concentran pequeñas casas adosadas y donde por regla general reina la calma, sobre la hora referida, «se escucharon gritos y ladridos de perro» que agitaron el ambiente. Poco después, se personaron varios agentes en el número 3 de la calle y arrestaron al hombre. «Todo muy rápido; mucha gente ni siquiera se enteró de lo ocurrido», expusieron algunas personas que se acercaron al lugar de los hechos. Según el relato de los vecinos, que no podían creerse lo ocurrido, él, que trabaja como albañil, y ella, ama de casa, «aunque ocasionalmente limpiaba a otra gente», según una de las vecinas, vivían juntos desde hace mucho tiempo, y nunca habían creado ningún problema. «Es más, todo hacía indicar que entre ellos se llevaban muy bien. Iban juntos a todos lados y siempre se mostraron muy amables con la gente», apuntaba uno de los testimonios.

Ella aportaba a la relación dos hijos de otra anterior, uno ya casado y el otro, de unos 25 años, vivía en el domicilio familiar. Fue éste quien llamó a la Policía y a una ambulancia para alertar de lo sucedido, según pudo saber este periódico. Testimonios aportados por otros vecinos aseguran que la pareja se encontraba en trámites de separación, aunque este extremo no ha podido ser confirmado.