CONTENIDO. Da instrucciones para afrontar la detención. / SUR
ESPAÑA

ETA instruye a sus miembros para que aguanten y no delaten cuando son detenidos

La cúpula terrorista ordena «estar callados» y denunciar torturas Reparte un manual de 37 páginas

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ETA ha distribuido entre sus comandos operativos un exhaustivo manual en el que instruye a sus integrantes para no incurrir en delaciones y aguantar los interrogatorios policiales una vez detenidos. La cúpula de la organización, obsesionada por su seguridad y las continuas caídas de militantes en España y Francia, ordena «estar callados», no hacer diferencias entre cuerpos policiales y, sobre todo, denunciar torturas.

Las fuerzas de Seguridad sabían de la existencia de este escrito, pero nunca creyeron que podría tratarse de un manual tan pormenorizado, con 37 páginas y diversos anexos. Tras años de búsqueda, una copia cayó en manos de la Guardia Civil el pasado 6 de enero, tras la detención de los terroristas Mattin Sarasola e Igor Portu, los etarras que volaron la T-4 del aeropuerto de Madrid.

El folleto, que se autodefine como segunda edición de un manual anterior, se titula 'Haciendo frente a la detención' y ya en su introducción deja ver a las claras el objetivo de la dirección terrorista: «Que no consigan información de nosotros».

La consigna desde el primer momento es «estar callados» y «no hacer declaraciones». El silencio es «ganar una batalla», se dice en el documento. Los dirigentes de ETA apelan a la fortaleza de los detenidos como si se tratase de una manual de autoayuda: «Es posible no decir lo que ellos quieren», animan desde esas páginas.

Obstinarse en una frase

ETA recurre a la psicología ante la adversidad. «Es muy importante no creer que 'cantaremos' (confesaremos). Es normal pensar que una vez que hemos caído todo esta perdido y que diremos aquello que los enemigos quieren que digas». Pero no. Hay que «estar en silencio». Una buena receta, recomiendan los especialistas de la organización terrorista, es «obstinarse» en una frase. «No sé, no sé, no sé...», proponen.

La dirección etarra sabe que la incomunicación de hasta cinco días puede derribar cualquier defensa, pero sostiene que hay fórmulas para limitar los daños. «Lo más importante es saber qué día es, tener la sensación de que controlamos las referencias temporales para no perder el equilibrio», señala el manual. Y, sobre todo, no obsesionarse con el tiempo que falta. «El maratoniano no piensa en los 41 kilómetros, va kilómetro a kilómetro. No debemos calcular el tiempo que nos falta. Cinco días y cinco noches se hacen muy largas», explica en tono didáctico el anónimo autor.

La autoestima es otra de las recetas para no 'cantar'. «No nos tiene que importar nada lo que nos digan, todo es mentira y nosotros, como personas y militantes (de ETA), valemos mucho». Y además, recuerda el folleto, «hablar no cambiará la situación», sea cual sea el cuerpo policial que ha practicado la detención.

La 'trampa' del euskera

En este punto, la dirección de ETA se muestra preocupada por la confianza de algunos de sus pistoleros en la 'Ertzaintza' o las fuerzas de seguridad francesas. «Todos están en el mismo saco», «no hay que hacer distinciones», «todos son enemigos», «es imprescindible interiorizar esto», advierte el manual, que incide en los «trucos» que puede utilizar la policía autonómica vasca. «Los 'ertzainas' emplean la ventaja del idioma. Emplearán el euskera para que los detenidos se sientan más cercanos, hacernos sentir más cercanos de casa y no verles como enemigos. ¿No debemos caer en ese juego! Ni una palabra!», ordena la banda.

Tampoco caer el viejo truco del 'poli' bueno y el 'poli' malo. «Al principio hablaremos de tonterías. Fútbol, cine, aficiones... y poco a poco nos llevarán al terreno que ellos quieren. Para cuando nos demos cuenta nos habrán sacado alguna información que les sea valiosa». «No es broma», advierten los dirigentes de ETA.

Ni una palabra ni al forense, «que también es uno de ellos» y podría descubrir «nuestros puntos débiles». Tampoco al abogado de oficio que «hace el trabajo al enemigo». Nada de comer o beber, «sólo agua del grifo y sólo del grifo» para evitar ingerir alguna droga en el agua embotellada. E intentar dormir, porque la vigilia «debilita demasiado».

El manual presenta la declaración ante el juez como la meta de esa «maratón». Será el final de los interrogatorios y, a partir de ahí, «negarlo todo o decir que nunca hemos hecho una declaración». «Sé listo, no vas a ser devuelto otra vez a comisaría. Vas a ir a la cárcel y, por lo tanto, lo peor ha pasado», reza uno de los párrafos.

La primera orden a los militantes 'caídos' a su paso por la Audiencia Nacional o el tribunal antiterrorista galo es «decirle al forense que escriba que te han torturado tanto física como psicológicamente». «Cuando te lleven ante el juez tienes dos opciones: o no declarar o negar todas las acusaciones». Y luego «denunciar torturas para que aparezcan en la denuncia».