El botellón
Me pregunto qué es lo que ocurre cuando la única diversión de nuestros jóvenes es necesariamente el botellón. Una sociedad donde los valores vienen establecidos en virtud de lo que los medios de comunicación emiten y cuyos mensajes son: la felicidad a través del consumo, la poca importancia del esfuerzo o los méritos para conseguir lo que se anhela..., porque todos tienen derecho a todo sin obligación de nada. Gran parte de la juventud no encuentra el sentido justo de su propia vida, quizás porque nadie ha sido capaz de transmitírselo con razonable y apasionada certeza. Estos hechos desvelan una crisis de enormes proporciones, ligada a la erosión del tejido moral y cultural de nuestra sociedad, que está demandando una regeneración urgente. A nuestros jóvenes les resulta difícil descubrir las razones que explican por qué los seres humanos somos sujetos de la misma dignidad o por qué la solidaridad es un deber moral y no un sentimiento vacío de compromiso. Mientras que esto no se les enseñe, seguirán como borregos consumiendo alcohol, drogas, seguirán las peleas y, sobre todo, estarán toda la semana esperando para divertirse, intentando cubrir el vacío de los días anteriores.
Actualizado: GuardarY seguirán acudiendo a ponerse alegres, que no es lo mismo que estar alegres.
Elena Baeza.