Eurovisión
El Festival de Eurovisión existe y TVE se obstina en participar. Y como es una cadena pública, sus decisiones nos afectan y no queda otro remedio que hablar del Festival. ¿Quién representará a TVE este año? Pronto lo sabremos gracias a un nuevo sistema de elección que comenzará en Internet. El lema de la operación es «Salvemos Eurovisión», fórmula que por cortesía nos abstendremos de juzgar. De las canciones colgadas en la web, se escogerán diez: cinco por los internautas y otras cinco por expertos. Los finalistas se medirán, el 1 de mayo, en una gala que emitirá TVE 1.
Actualizado: GuardarLa responsable de medios interactivos de TVE, Rosalía Lloret, ha dicho que así intenta evitar el fenómeno fan y que no se discrimine a los cantantes poco conocidos. Un propósito encomiable, pero que no deja de ser como coger el rábano por las hojas. ¿Qué quiere decir? ¿Evitar que los concursantes sean conocidos? Son de Sol -las de Brujería- no lo eran y su balance no fue menos lamentable. Y sobre todo: ¿Por qué hay que evitar el fenómeno fan? En un concurso donde la victoria se obtiene por los votos de la muchedumbre, el fenómeno fan más que un hándicap es una ventaja. Lo que hay que evitar no es el fenómeno fan, sino el fenómeno friki o, aún con más razón, el fenómeno pufo, que es lo que llevamos años viviendo con los representantes de TVE en el desacreditado festival de la Europa del Este.
Desacreditado, sí: nadie lo ignora. Y precisamente el sistema de votaciones estimula el descrédito. Aunque quizá esa no sea la palabra adecuada, dado el inconcebible número de crédulos dispuestos a dar fe de su limpieza. La última vez que reproduje las denuncias que se ventilaban en los mentideros del Festival, una nube de lectores descargó sobre este escriba sus tempestades, y hasta en un programa matinal se hizo eco de nuestra villanía. Volverá a pasar, porque Eurovisión funciona sobre la base de que todo el mundo, -TVE incluido- actúe como si eso fuera un concurso de música, algo que sólo es en parte.