El tranvía sobre el agua

La verdad es que la semana ha dado multitud de temas para escribir, pero prefiero hacerlo en positivo porque con el canguelis que está entrando con los dineros, lo mejor es tomar algo de aire. El tranvía en el nuevo puente, el comosellame o el Carranza chico, por darle un toque familiar, me parece a mí que es una buena idea porque permitirá poner en conexión los dos lados de la Bahía en tren, pero, por el camino más corto.

Muchos no creen en el tranvía. Tampoco creían en los catamaranes y, con el tiempo y con una buena gestión, que también esas cosas son importantes, se ve que está funcionando. A lo tonto, entre barcos y trenes, pues puede ser que se solucione el problema de la comunicación y la Bahía, por fin, sea una sola ciudad, algo que es de forma virtual, pero que no existe administrativamente.

El segundo puente puede traer los atascos al interior de Cádiz. Ya ocurre desde que hay tres carriles en el Carranza grande, que las carajas se producen cuando se llega a puente Inuti, el puente que existe a la altura de Puerto Elcano, la gran aportación de Alvarez Cascos a la ciudad.

El tranvía, siempre que sea barato, puntual y con viajes cada poco tiempo, puede ser una buena opción para moverse. Esperemos que ahora no se pongan excusas como que no hay sitio en la avenida de las Cortes o que quita sitio para poner vallas de propaganda, pamplinas. Mira como cuando hace falta se busca sitio para construir un aparcamiento subterráneo. Lo ideal sería, además, que el tranvía diera la vuelta al casco antiguo porque puede ser, además, un gran atractivo turístico.

Esperemos que el proyecto del tranvía no se quede en vía muerta, que avance. El Ayuntamiento de Chiclana debe dar facilidades y no poner problemas que suenan demasiado a no me da la gana de apoyar un proyecto del adversario político. Lo mismo pasa en la ciudad de Cádiz. No vaya a ocurrir lo mismo que con el hotel de Valcárcel o la ampliación del Atlántico.