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«Me han cambiado el acento»
La asturiana debutará como actriz en 'Física y Química', serie que Antena 3 prepara para febrero
Actualizado: GuardarUn grupo de profesores jóvenes se enfrenta al complicado mundo de los alumnos adolescentes en un colegio concertado en el que salen a relucir problemas como el racismo, la droga y hasta el suicidio. Éste será el nudo argumental de una serie de tintes muy realistas que estrenará en la primera semana de febrero Antena 3, Física o Química. En esta producción se estrena como actriz Blanca Romero, ex modelo divorciada de Cayetano Rivera Ordóñez, cuyo nombre saltó a la prensa rosa a partir de su unión con el torero. Romero es una asturiana fuerte y una mujer muy libre que ahora se está abriendo hueco también en la música bajo el nombre artístico de La Perra. En la serie es Irene, una profesora que se parece mucho a ella, sólo que ha tenido que esconder su remarcado acento asturiano.
-Se ha lanzado sin red a la interpretación.
-No, no había hecho nada. Sí trabajé con el director de Ghost para un videoclip musical, pero nada más.
-Su personaje en la serie se define como una chica caótica, liberal, moderna. ¿Tiene que ver con usted?
-Mucho. De hecho, no siento que actúo sino que llevo el personaje a mi terreno. Sí hay expresiones de Irene que yo no digo, y también me han cambiado el acento asturiano. Por lo demás, el personaje se parece mucho a mí. Por ejemplo, mete a su compañera a vivir en su casa, que es algo que yo hago habitualmente con gente cercana, porque me gusta ayudar a los demás. No tiene normas rígidas, va por libre, y en esa libertad la transmite a los alumnos. Irene es nocturna y a mí me encanta salir por la noche, porque me relaja bastante.
-Como tantas modelos ¿quería enfocar su vida hacia este mundillo?
-Yo de pequeña quería ser modelo, actriz, cantante y cazatalentos. En la moda empecé con 16 años, después de quedar semifinalista en un concurso de maniquís. Acabé haciendo las campañas más importantes de la moda en París, trabajé para muchas firmas internacionales y viajé por todo el mundo. La carrera de modelo me gusta pero se acaba pronto. Por eso quise probar en la música y en la interpretación.
-Y ya está cantando en salas...
-Sí, en bares un tanto clandestinos donde sólo admiten buena música, nada que ver con Los 40 Principales. Me encanta el flamenco y me gusta tocar con la guitarra alguna copla, aunque también incluyo habaneras, tango... Música muy fusionada.
-Ha escogido como nombre artístico La Perra. ¿Por qué?
-Me pareció bonito. Me gustan los perros. ¿Provocador? No creo que la gente sea tan conservadora ni retorcida.
«Impulsiva»
-Da la impresión de que no es una mujer muy tradicional.
-No crea. Me casé, tengo una hija, tengo casas... Me gusta estar en mi casa, cuidar de mis amigos, y tener un hogar. Lo que sí reconozco es que soy hiperactiva, muy inquieta y extremadamente impulsiva. Un día me cansé de la melena y no lo pensé, me rapé el cabello.
-Su vida ha aparecido mucho en las revistas a partir de su unión con Cayetano Rivera. ¿Cómo llevó esa cercanía de la prensa rosa?
-Bien, porque el tiempo pone las cosas en su sitio y me han respetado. No ha sido una cruz. La prensa rosa aporta dinero, pero yo prefiero vivir de una profesión. Sí me molestaron comentarios como que me hice modelo después de casarme con Cayetano, cuando fue entonces cuando me retiré.
-Ahora se ha retirado al campo.
-Sí, en el monte, con cervatillos alrededor y una finca con burros.
-¿Qué espera encontrar en la tele?
-Aparte de disfrutar con un equipo maravilloso de profesionales, quiero aprender. El ritmo de trabajo es alucinante. Las secuencias se ruedan muy rápido, no da apenas tiempo a sacar más del personaje. Además, yo estoy acostumbrada a vivir muy libre, y en este medio tienes a los de producción detrás de ti. Pero es una escuela muy buena.
-¿Hacia donde quiere enfocar ahora su vida profesional?
-En lo que más disfruto es en la música. Encima de un escenario me encuentro muy libre, sin que me corten. Allí puedo estar volando una o dos horas. Y no me veo mucho tiempo haciendo televisión. Prefiero seguir siendo anarquista.