Nicolic sale de un colegio electoral de Belgrado. /EFE
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Serbia apuesta por el ultranacionalista Nicolic en unas elecciones con una participación del 61%

El antiguo aliado de Milosevic gana en unos comicios históricos marcados por la afluencia de votantes

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Un día histórico se vivió ayer en Serbia, donde se tomaba una decisión clave en el devenir del país balcánico. Seis millones y medio de serbios se vieron en la encrucijada de votar por la integración en la Unión Europea o la conservación de Kosovo, que pugna por la independencia.

La afluencia a las urnas fue histórica, ya que se alcanzó el 61% de participación. Un récord para los comicios que reveló el interés de la población a la hora de decidir el futuro del país en relación a la UE. Pero esta especie de referéndum dio ventaja, en este primer pulso, a las raíces nacionalistas. Los recuentos extraoficiales a pie de urna de la ONG Centro para las Elecciones Libres y la Democracia (CESID) entregaron una primera victoria al ultraconservador, Tomislav Nicolic, del Partido Radical Serbio (SRS) con el 39,4% de los votos. Muy cerca se quedó el actual jefe del Estado y líder del Partido Democrático, Boris Tadic, con el 35,4%.Todo apunta a que los aspirantes a la presidencia de Serbia tendrán que verse de nuevo las caras en una segunda vuelta electoral el próximo 3 de febrero, al no alcanzar ambos la mayoría absoluta.

Desempate

Este resultado provisional, que da como vencedor a Nicolic, supondría apostar por una posición neutral en Europa, contando con el apoyo proporcionado por Rusia, y aplicando un discurso más moderado, en el que cabe una posible unión con la UE a condición de que el país, según sus palabras, «no sufra más humillaciones», en referencia a las negociaciones sobre el estatus de Kosovo. Nikolic, cuyo Partido Radical apoyó la política del fallecido Slobodan Milosevic, principal responsable de la guerra de los Balcanes, se mostró muy «optimista» cuando depositó su voto en un colegio del ensanche de Nueva Belgrado. El ultraconservador está convencido de que «su victoria» no tardará en llegar y que los ciudadanos optarán por los cambios «que tanto desean».

El empate casi técnico entre los candidatos, ya que ninguno ha logrado traspasar la barrera del 50%, obliga a los candidatos con más apoyos a pulsar sus fuerzas de nuevo. Así que dentro de dos semanas se confirmará por fin quién es el nuevo presidente serbio y, lo que es más importante, el lugar que ocupará Belgrado en la comunidad internacional.