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Nueve embajadas exigen al Gobierno keniano que deje de disparar a civiles
La última jornada de manifestaciones organizadas por la oposición eleva a 25 el número de víctimas
Actualizado: GuardarNueve países occidentales emitieron ayer en Nairobi un comunicado conjunto en el que exigieron al Gobierno keniano que aparque el uso indiscriminado de la fuerza contra civiles desarmados. «Instamos a La Policía a ejercer sus funciones en el marco estricto de la ley y desistir de cualquier uso extraordinario o desproporcionado de la fuerza que pueda causar, especialmente, la muerte de manifestantes desarmados», señalaba el documento emitido por las embajadas de Australia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Noruega, Reino Unido, Suecia y Suiza.
Unas exigencias que vienen precedidas de los datos obtenidos sobre el número de víctimas tras las elecciones del 27 de diciembre. Según cálculos de la Comisión Electoral, la violencia desatada en Kenia desde finales de año ha causado más de 500 muertos y alrededor de 250.000 desplazados, 6.000 de ellos refugiados en la vecina Uganda. Al menos cinco personas murieron y varias resultaron heridas en la tercera y última jornada de manifestaciones organizada ayer por la oposición en protesta contra el fraude de los pasados comicios, lo que eleva a 25 el número de fallecidos desde el miércoles, primer día de las protestas.
La barriada pobre de Kibera, en Nairobi, fue uno de los epicentros de los enfrentamientos entre la Policía y los seguidores del principal partido de oposición, el Movimiento Democrático Naranja (ODM) que dirige Raila Odinga. Cuatro de las víctimas mortales se produjeron precisamente en Kibera, donde los agentes abrieron fuego directo contra los manifestantes, a los que previamente habían tratado infructuosamente de dispersar con gases lacrimógenos. Al atardecer y momentos antes de que la prensa extranjera abandonara la barriada, un adolescente yacía aún sobre el asfalto, muerto de un disparo en la cabeza. Un poco más lejos, en el interior de un contenedor vacío, otro muchacho permanecía tumbado, respirando apenas, a la espera de que llegara una ambulancia. En las jornadas anteriores, destacamentos de élite de La Policía contuvieron a los manifestantes en el perímetro de Kibera a fin de que no marcharan hacia el centro de Nairobi, pero en esta ocasión penetraron en el corazón del barrio y al llegar a una plaza se separaron y arrestaron a todos los que los apedreaban.
Mientras, fuentes oficiales informaron ayer de la muerte de cinco personas en la localidad de Narok, en el suroeste de Kenia -puerta de entrada a la reserva de caza de los Masai Mara-, en enfrentamientos entre masais contrarios al Gobierno y kikuyus partidarios del presidente Kibaki, quien pertenece precisamente a esta tribu. «Los cadáveres de cuatro víctimas tenían heridas muy profundas de flecha y heridas de panga (machetes)», declaró el comisario de distrito de Narok Norte, Andrew Rukaria. Los enfrentamientos que desde ayer protagonizan masais y kikuyus en esta zona han dejado un rastro de casas y comercios incendiados y de al menos 23 heridos, según La Policía.