ESPAÑA

El segundo detenido por el atentado de Barajas también denuncia torturas

El colectivo contra la tortura (TAT, en euskera) denunció ayer ante el Juzgado de San Sebastián los supuestos malos tratos sufridos por el presunto miembro de ETA Mattin Sarasola tras ser detenido por la Guardia Civil el pasado día 6 en Mondragón. Este presunto terrorista -arrestado junto a Igor Portu y acusado también de ser uno de los responsables del atentado contra la T-4- fue ingresado durante la siguiente madrugada en el hospital Donostia por una serie de lesiones que relacionó con los malos tratos recibidos tras su arresto.

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Como hizo en el caso de Portu, la asociación Torturaren Aurkako Taldea presentó ante el juzgado el testimonio que Sarasola realizó a sus abogados, en el que detalla los acontecimientos que rodearon a la detención. Un relato que coincide a grandes rasgos con el ofrecido por Igor Portu, como ya declaró el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska el pasado día 11 después de tomar declaración a Sarasola.

En su declaración, el presunto integrante del comando Elurra, clave en la estructura de la banda armada y en activo desde hace seis años, asegura que, tras su arresto, fue conducido hasta una zona boscosa donde los agentes que le custodiaban simularon ejecutarle y le amenazaron con meterle la cabeza en el río. El presunto etarra, sin embargo, no recuerda si se llegó a efectuar un disparo al aire, como apuntó el otro detenido en su testimonio.

Sarasola declara en su exposición de los hechos que, después de ser trasladado a Madrid, perdió la «cronología de lo ocurrido». Achacó las dificultades para recordar con detalle lo sucedido a los distintos métodos de tortura que aseguró sufrir durante cinco días. En concreto, señaló que perdió el conocimiento en varias ocasiones por la falta de oxígeno que le provocó el ahogamiento con una bolsa de plástico y que, en un momento dado, comenzó a ver alucinaciones en la pared del calabozo. Asimismo, resaltó que los agentes le golpearon constantemente -sobre todo en las costillas- y le amenazaron con aplicarle la bañera y con detener a su hermano y hacerle lo mismo si desvelaba los malos tratos. Según el colectivo contra la tortura, estas amenazas convencieron a Sarasola para no denunciar los golpes ante el médico forense. Por otro lado, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha citado a declarar el próximo martes a Portu y Sarasola por su posible responsabilidad en el atentado contra la T-4.