Farolillo rojo
El Xerez suma un punto ante el Poli que no impide que acabe en lo más profundo de la tabla La imagen azulina no cambia demasiado y continúa sin encontrar el camino del triunfo
Actualizado: GuardarÚltimo. El tortazo es duro a pesar de no caer desde demasiado alto, pues el Xerez estaba a un sólo punto de los más profundo de la tabla, pero eso de tocar el gélido fondo del pozo es realmente dramático para un equipo al que el nuevo año no le ha traído triunfo alguno. Casuco ha introducido en su discurso aquello de que la imagen del equipo es buena -se gane o se pierda-, que la suerte no acompaña a los azulinos, que existe mejoría, que están en el camino, que partido a partido va encontrando ese once titular fijo, pero al equipo le aplasta el farolillo rojo y continúa a más de una victoria de salir de los puestos que llevan a Segunda División B al final de la presente temporada.
Ya sólo restan 23 jornadas. Sólo, pues la cifra comienza a agobiar, más aún si se ve la débil pegada de un equipo, que parece no sentir lo desesperado del momento. Y es que en cualquier otra circunstancia, un empate ante el Poli se podría dar por bueno, pero ayer el punto sumado en Santo Domingo no impidió que el Xerez estrenara el 2008 como último de la fila.
Cambia el centro
Casuco no cambió demasiado el once que venía teniendo continuidad el año pasado. Sólo una variante, que además, no deja de tener su lógica a pesar de que muy pocas veces hayan coincidido Abel Aguilar y Samuel en el centro del campo formando pareja como medios centro. El Santo Domingo les serviría como escenario para ganarse el puesto en el equipo titular, pero durante un alto porcentaje del encuentro se les echó de menos, pues el Xerez careció de un centro del campo que fabricara. Su juego avanzaba a zancadas, y casi siempre se saltaban el círculo central; o pasaba directamente de la defensa al ataque o hacía equilibrios por las bandas, donde Adrián Martín y sobre todo Momo enlazaban con los delanteros xerecistas. Míchel fue el primero en tener una ocasión de gol. La del delantero madrileño fue bastante clara, pues un pase en diagonal desde la derecha le dejó prácticamente solo delante del portero celeste. Míchel no estuvo demasiado rápido de movimientos y cuando le dio para cargar la pierna ya tenía un defensor encima. Su lanzamiento se fue fuera y sus manos al cielo reclamando una pena máxima que el colegiado no le concedió, pues según Gardeazabal Gómez, la carga del defensa del Poli no era como para señalar el punto de penalti.
Entre los celestes destacaba especialmente el peligro que rezumaba Pedro Vega. El rapidísimo interior del conjunto de El Ejido aparecía por todos los flacos, y con extrema velocidad. Su presentación fue un potente disparo desde la frontal del área, al que Porato respondió con espectacularidad. El meta francés sacó una buena manopla para impedir que el cuero tocara el fondo de su portería a la primera de cambio.
El intercambio de ocasiones se mantuvo prácticamente durante toda la primera mitad. No demasiado continuado, pero sí con regularidad. Las más claras tentativas de los hombres de Casuco las tuvieron Samuel y Antoñito. El sevillano participó en las dos; con acierto en la primera, pues con un bonito taconazo se marchó de su par y cedió a la frontal del área, donde Baños desaprovechó su soledad y no acertó a lanzar entre los tres palo. No estuvo tan fino Antonio en la segunda, pues cabeceó el cuero al metal, cuando lo tenía todo a su favor para lograr el primer gol, gracias a un buen centro de Momo desde la izquierda.
El monopolio de las jugadas de peligro del Poli Ejido lo tenía Pedro Vega, que además, fue el que estuvo más cerca del gol durante los primeros cuarenta y cinco minutos. La ocasión nace, una vez más, de una jugada a balón parado mal ejecutada a favor del Xerez. Una garrafal pérdida de Vicente Moreno provocó un contragolpe de tres hombres celestes por dos azulinos. El mano a mano final entre Pedro Vega y Porato fue ganado por el meta francés, que sacó con la pierna el disparo del interior del Poli.
Pierde metros
El comienzo de la segunda parte llegó marcado por el adelantamiento de líneas del Poli. Sampedro quiso ganar metros en busca de la victoria, y ordenó que su defensa se quedara escasamente a cinco metros de la línea divisoria. Porato, muy entonado, tuvo que soltar alguna gota más de calidad en la reanudación: el portero azulino dejó otro paradón a disparo de Moreno desde la frontal. El Deportivo no tuvo una respuesta colectiva: Míchel trató de presionar mucho más arriba y de manera más incisiva, pero pocos siguieron al madrileño y el Xerez comenzó a sufrir en defensa y a tratar de salir rápido en ataque. Para adaptarse al nuevo escenario que presentaba el campo de batalla, Casuco tiró de Carlos Calvo, al que introdujo en lugar de un intermitente Antoñito. Pocos instantes después el madrileño estuvo cerca de provocar el tanto xerecista. Con los papeles cambiados,-Míchel centrando desde la banda y Calvo recibiendo en el área-, al pequeño media punta se le fue largo un control, que de manera rocambolesca casi acaba cruzando la línea de gol. Prácticamente desde el suelo, por el empuje del defensor, Carlos logro desplazar el cuero en busca de ese gol que el último zaguero celeste impidió.
El fin del peligro xerecista fue el nacimiento de otra ocasión del Poli. Moreno rompió con una bicicleta al capitán azulina y dejó un pase de la muerte que Gerardo desaprovechó tirando la bola afuera. Aquí comenzó a morir la sensación de que los azulinos pudieran ganar el encuentro. Por mucho que Samuel o Carlos Calvo lo intentaran desde fuera del área, ya había poco que hacer. El bloqueo mental nublaba la claridad de ideas, y sólo la frescura de Pedro Ríos -fue el último en entrar en el campo- hizo pensar que el empate se pudo romper.
Más adelante, este punto podría salvar al Deportivo, pero ayer, las tablas invitaron al Xerez a la última plaza de Segunda.
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