Casavella gana el Nadal con 'Lo que sé de los vampiros', una obra sobre el ansia de la aventura
Eva Díaz queda finalista con 'El club de la memoria', protagonizada por los maestros de la Guerra Civil
Actualizado: GuardarMartín de Viloalle está punto de ingresar en los jesuitas, pero Carlos III echa a la compañía en 1767 y él no toma los hábitos, aunque se va con ellos al exilio. Europa le espera, lo mismo que la aventura, y en ella descubre a un grupo marginal e itinerante que se dedica a entretener a la aristocracia. Éste es el resumen argumental de Lo que sé de los vampiros, la obra con que el autor barcelonés Francisco Casavella ganó en la pasada medianoche el Premio Nadal, el más antiguo de España.
Como finalista quedó Eva Díaz y su novela El Club de la Memoria, sobre un joven investigador de la Filmoteca Nacional que encuentra un diario de unos jóvenes maestros de la Guerra Civil. El ganador del Premio Josep Pla de novela en catalán fue Melcior Comes (Mallorca, 1980) por La batalla de Walter Stamm.
Casavella, nacido en Barcelona en 1963, debutó en 1990 con El triunfo, una novela ambientada en el barrio chino de su ciudad que le situó en la primera línea de los escritores jóvenes. Esta obra marcaría el tono de sus obras posteriores, caracterizadas por el manejo del lenguaje suburbial y de los personajes marginales.
Máscara permanente
Algo de ellos queda en esta obra ganadora del Nadal, Lo que sé de los vampiros, aunque ahora los personajes vivan en el XVIII. El protagonista llega con los jesuitas a Roma, luego recorre los estados alemanes y Dinamarca, hasta que llega al París revolucionario. Durante este recorrido toma contacto con una sociedad itinerante, filosófica, artística y estafadora, que se dedica a vagar de corte en corte para entretener el gusto, el sexo, el intelecto y, sobre todo, el tedio de la aristocracia.
El jurado del Nadal ha visto en el personaje, Martín de Viloalle, una representación del «ansia de la aventura». «Los personajes de la novela, ilustrados y aventureros, construyen su identidad con una máscara permanente, hasta alcanzar claves muy personales sobre el engaño de la condición humana», añade el tribunal.
Con el triunfo de Casavella en el premio, el Nadal continúa la línea de galardonar a autores ya reconocidos, e incluso bien traducidos a lenguas extranjeras; valga recordar a los vencedores de las ediciones de 2005 y 2007, Pedro Zarraluqui y Felipe Benítez Reyes, respectivamente. En 2006 ganó Eduardo Largo, al que precedía una sólida carrera como crítico y profesor.
El puesto de finalista queda para los descubrimientos, en este caso el de la periodista Eva Díaz (Sevilla, 1971) y el de su novela, El Club de la Memoria. El personaje principal de esta obra es un joven que bucea en los archivos de la Filmoetca Nacional en Madrid y se encuentra con un diario de un miembro del Club de la Memoria. Este club está compuesto por un grupo de escritores y artistas pertenecientes a las Misiones Pedagógicas, que durante la República y la Guerra Civil llevaron la escuela a las poblaciones en las que no existía. El protagonista se compromete a llevar ese diario para que se preserve la memoria de lo que está viviendo y para que refleje el ideal por el que él y sus compañeros están luchando.
Eva Díaz ha publicado Memorias de ceniza e Hijos del Mediodía. En esta última se adentra en el periodo anterior al de El Club de la Memoria, la Sevilla de los años veinte, la época de la dictadura de Primo de Rivera. En la ciudad andaluza se reúne el grupo de escritores y periodistas Mediodía, sedientos de vanguardia, de probar caminos nuevos en la literatura.