La violencia obliga a la ONU a cerrar temporalmente su complejo en Kenia
Naciones Unidas aumenta a 250.000 el número de desplazados
NUEVA YORK Actualizado: GuardarEl deterioro de la situación en Kenia, con la violencia desatada en las calles, ha obligado a Naciones Unidas a cerrar temporalmente su complejo en ese país aunque el personal de las distintas agencias de la organización mundial ubicadas allí sigue tratando de ayudar a mitigar los daños causados por la crisis.
En un mensaje enviado a los funcionarios de la ONU, el director ejecutivo del programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Achim Steiner, les ha comunicado que deben estar más alerta sobre la situación de seguridad en Kenia y que sólo el personal esencial debe trabajar.
"La situación es penosa y lamentable por varias razones. Como parte de la familia de las Naciones Unidas debemos actuar responsablemente y con compasión", ha asegurado el titular del PNUMA, que ha insistido en que todos los esfuerzos se concentrarán en el suministro de ayuda.
Steiner ha precisado que las agencias de la ONU están en estrecho contacto con la Cruz Roja del país para movilizar apoyo humanitario y espera que de ese modo se podrá brindar alivio en estos momentos difíciles. El director ejecutivo ha adelantado que si la situación se deteriora, el secretario general, Ban Ki Moon, podría adoptar medidas más drásticas.
El funcionario de la ONU ha pedido al personal que sea cauto y que se mantenga en contacto con los funcionarios encargados de velar por su seguridad.
Un cuarto de millón de desplazados
Este organismo ha aumentado a 250.000 el número de desplazados que calcula que hay en el país a causa del brote de violencia a raíz de las elecciones presidenciales del pasado 27 de diciembre.
La portavoz de la organización, Michele Montás, ha asegurado que esa cifra representa un "significativo incremento" respecto a los 100.000 calculados hasta el jueves.
Además, la organización cree que otras 5.400 personas han cruzado la frontera con Uganda y que de una u otra forma ese brote de violencia ya ha afectado a entre 400.000 y 500.000 personas.
Ante esa situación, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, solicitó ayer al presidente keniano, Mwai Kibaki, y al líder opositor, Raila Odinga, en sendas conversaciones telefónicas que eviten la propagación de la violencia.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) tiene previsto proporcionar comida a través de la Cruz Roja keniana a unas 100.000 personas desplazadas en la región del Rift, en el norte del país. Unicef también entregará productos de primera necesidad como agua, jabón y servicios sanitarios a unos 100.000 desplazados, especialmente mujeres y niños.
Decenas de muertos en los disturbios
Más de trescientas personas han muerto por los disturbios políticos y tribales que estallaron el sábado pasado a causa del retraso en conocerse los resultados de los comicios, que se multiplicaron al día siguiente al hacerse público el escrutinio oficial.
La Comisión Electoral otorgó la victoria al presidente Kibaki, con el 46,38 por ciento de los votos, mientras que Odinga recibió el 44,03 por ciento.
La oposición keniana ha exigido la repetición de los comicios porque considera que Kibaki fue reelegido con un millón de votos fraudulentos. El presidente del país ha asegurado que convocará de nuevo a las urnas si se lo ordena la Corte Suprema.