Apaciguar Kenia

a propuesta de la UE y Estados Unidos para constituir una misión conjunta para atajar la crisis en Kenia evidencia la creciente preocupación existente en la comunidad internacional ante los graves acontecimientos que se suceden en el país, donde los enfrentamientos entre partidarios del Gobierno y de la oposición se han cobrado ya la vida de 300 personas y han forzado el desplazamiento de otras 70.000. La iniciativa, unida al ofrecimiento al diálogo del presidente electo, Mwai Kibaki, y la petición del fiscal general para que se revise el escrutinio denunciado por los adversarios del líder keniata, puede ofrecer una oportunidad para encauzar un conflicto que mina aún más la estabilidad de un continente roto.Pero cualquier esfuerzo resultará baldío sin un compromiso efectivo y real por parte de todos los protagonistas concernidos y sin lo que resulta más perentorio, que es el cese inmediato de los terribles brotes de violencia interétnica.