La demora de los nacionales

Chiclana tiene más de 75.000 habitantes y sin embargo carece de Comisaría de Policía Nacional. Su caso es único en Andalucía, y este asunto ha sido empleado como arma política por parte de la oposición durante la pasada legislatura. El diputado Jesús Mancha llevó al Congreso la petición de levantar un edificio destinado al Cuerpo Nacional.

Hace un par de años el PSOE (por entonces gobernando las tres administraciones, Gobierno central, Junta y Ayuntamiento), prometió que estaría edificada para el año 2008 e incluso se habló de consignaciones presupuestarias, cesiones de suelo al Ministerio del Interior (el lugar elegido era la parcela ocupada por el antiguo matadero) y proyectos de edificación. Desde entonces, nada más se supo al respecto, y como se criticaba desde el PP, parece que la causa es «la falta de fondos para su construcción».

Sin embargo, y a la par que el Comisaría ha visto interrumpida en varias ocasiones su esperada instalación en la localidad, el Gobierno central ha ido incrementando de forma progresiva el número de agentes de la Guardia Civil destinados en Chiclana.

De este modo, la Casa Cuartel local, que se encuentra inmersa en un proyecto de remodelación en profundidad de sus instalaciones que conllevará la ampliación y mejora de los calabozos para detenidos, del espacio para la atención al público y el trabajo de los agentes y la ordenación del tráfico en sus inmediaciones, cuenta en estos momentos con una cifra de más de 100 efectivos.

Esta cifra es similar a la plantilla que la Policía Local tiene actualmente en la ciudad, y que para el próximo año 2008 tiene previsto incrementarse en otros 16 nuevos agentes que acaban de finalizar su proceso de oposiciones hace unos días.

Con una Jefatura implantada en el polígono Urbisur, el papel de la Policía Local se potenciará. Una de sus nuevas funciones ya anunciada será la protección de mujeres maltratadas, y otro de sus horizontes a medio plazo pasará por la instalación de un puesto permanente en la zona de costa, una vieja reclamación de los vecinos chiclaneros.