El silencio
El silencio puede -y además debe- ser vivido como la más enriquecedora de las experiencias humanas, la vida asumida como un diálogo permanente entre los valores que nos sustentan nuestro día a día.
Actualizado: GuardarUno de los grandes méritos de esta novela es la invitación a alejarnos de ella; a reconocer experiencias, sensaciones y deseos; a despertar recuerdos y conversaciones; a evocar personas y olores. Por ello no es necesario reconocer al autor detrás de cada capítulo; inevitablemente leemos nuestra vida a través de sus páginas. Son nuestros sentimientos los que avanzan, nuestros temores los que crecen, nuestras esperanzas las que aguardan.
Tejiéndose rápidamente; se suceden los capítulos entre fotografías, palabras destacadas, un diseño innovador y una historia que atrapa. Es de la posguerra y es de ahora; es de lo que hemos oído o sentido, es de antes y es de hoy. Al reconocernos en ella, al acudir a nuestras vivencias para retornar al libro, formamos parte de esa labor con la que el autor, casi sin darnos cuenta, nos ha abrigado con su obra escrita.
Carmen Estrugo Cádiz