![](/cadiz/prensa/noticias/200712/19/fotos/057D3CA-CUL-P1_1.jpg)
Hernández Guerrero publica una novela que anima a seguir el impulso literario La última pieza de la trilogía
El escritor presentó ayer en Diputación y acompañado de Jesús Maeso de la Torre su última obra 'El silencio de los profetas', ambientada en el Cádiz de la posguerra
Actualizado: GuardarUna novela que es a la vez propuesta de escritura, que nace con la intención de servir «como modelo o antimodelo», -no cerrada en sí misma-, como impulso sugerente en aras de suscitar el interés de cada lector por plasmar su propia historia de vida. El escritor y profesor de literatura José Antonio Hernández Guerrero presentó ayer en el Palacio Provincial, -junto al historiador y novelista Jesús Maeso de la Torre-, su último libro El silencio de los profetas, editado por el Servicio de Publicaciones de Diputación.
Aunque el hilo narrativo se articula en el Cádiz de la primera mitad del siglo XX, (la posguerra), Hernández Guerrero asegura que «no es un relato localista ni autobiográfico; no habla de Franco, ni de los ministros, ni del ejército», y cuyos referentes son más que personajes concretos «rasgos psicológicos, sociales y morales» de todos aquellos a los que va dirigido, «de los que pensaban, sentían o deseaban». En definitiva, el escritor intenta a través de la palabra, provocar una especie de catarsis en la que el público se sienta identificado con universales como el amor, la amistad, la pareja, el trabajo, la religión, la política, el matrimonio, la justicia, la paz... Una reflexión sobre «los recuerdos de la niñez, las dudas de la adolescencia, las ilusiones de la juventud, los temores de la edad adulta y las inquietudes actuales».
Para ello, el autor resta importancia a la coyuntura política de la época -«conocida por todos»-, periodo que concibe como «clave de los comportamientos actuales por la forma de afrontar asuntos como la democracia, la libertad, la laicidad, el sexo, el paro y sobre todo el amor», y se centra en la vida de las familias, con el objeto de aportar una nueva luz humanizadora a través de lo que llama la «historia íntima» o intrahistoria.
El silencio de los profetas también habla del lenguaje, instrumento fundamental de su creador y del valor expresivo del silencio «condición indispensable de la palabra»; un silencio fundamentado además en «los tres miedos: a los políticos, al infierno y al rechazo social». Profeta significa «el que es llamado, el intermediario que escucha y transmite». Para el novelista, los profetas o comunicadores de hoy en día también deben saber administrar esas pausas y silencios, encontrar en su interior la palabra más justa e incisiva». El profesor José Antonio Hernández Guerrero adelantó ayer la pronta publicación de El arte de callar, una obra que completa la trilogía de la que es artífice -constituida por El arte de hablar y El arte de escribir-. Precisamente, este nuevo ensayo entronca con la visión del autor sobre lo que concibe como el universo «sublime» del silencio. Para el escritor, éste es «el lenguaje más elemental, el más vacío y a la vez el más lleno de significados, el más ambiguo y el más claro».