Detenidas 63 personas en una operación contra la pornografía en Internet

La detención más de sesenta personas y la incautación de gran cantidad de archivos de contenido pedófilo fue la culminación de las cinco operaciones policiales contra la pornografía infantil llevada a cabo en toda España, para las que resultó crucial la colaboración ciudadana. Entre los arrestados hay responsables de producción, tenencia y distribución, así como consumidores y miembros de una organización internacional que se lucraba con la venta de este tipo de contenidos a través de la red.

La cooperación policial internacional fue fundamental en el desarrollo de las investigaciones y las operaciones en Madrid, Cataluña, Valencia, Aragón, Cantabria, País Vasco, Navarra, Asturias, Canarias, Castilla la Mancha, Castilla y León, Andalucía -uno de ellos en Málaga- y las Baleares.

En colaboración con Alemania, EE. UU. y Nueva Zelanda se desarrolló la operación Malkone investigación iniciaba a mediados del 2005 sobre varias webs de pago que ofrecían acceso a archivos de imagen y vídeo con pornografía infantil. Se identificaron a varias direcciones de páginas web, muchas de ellas alojadas en Estados Unidos en una misma empresa de servicio de hosting. Las web aportaban enlaces para tramitar los pagos a través de Internet. Ofrecían suscripciones durante uno o varios meses con precios entre 70 y 95 dólares.

Se probó que los sitios web eran explotados por una red con ramificaciones en diversos países que, mediante una actuación organizada, obtenían importantes beneficios. Se identificó a los miembros de la organización que actuaban en nuestro país y se constató que varias cuentas receptoras del dinero estaban asociadas a cuentas bancarias abiertas en entidades españolas. Los pagos por la compra de pornografía infantil los recibía una empresa española constituida por dos ciudadanos rusos y posteriormente revendida a otro ruso.

La operación Gatekeeper investigó un portal de Internet en el que se accedía a material pornográfico infantil a través de chats. Los usuarios accedían al portal a través de un grupo denominado brievenvandefamilie.

Encontraban dentro un mensaje que permitía acceder a gran cantidad de material pornográfico infantil utilizando una determinada cuenta de correo para la que facilitaban la contraseña. A través de ella podían acceder a comunidades con pornografía infantil. Además podían remitir su propio material pornográfico al grupo.