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Por algo se empieza
El Xerez llegó a Mendizorroza con la intención de sacar un empate que terminó logrando Defensivamente, el equipo azulino rindió bien a costa de sacrificar la frescura del ataque
Actualizado: GuardarEl Xerez logró su objetivo, así lo consideraba Casuco tras el encuentro y una vez que el empate era inamovible. Los azulinos habían venido a empatar, ha dejar la portería a cero, y se marcharon satisfechos pues volvieron a Jerez con uno 0-0 y con un punto. Es lícito ya que la media inglesa asegura la tranquilidad de este equipo, pero la pregunta es si los azulinos serán capaces de comenzar a sumar de tres en su propio estadio. Ayer en Mendizorroza se hizo el trabajo a medias por mucho que el preparador del Deportivo acabara satisfecho por no haber perdido. En defensa se cumplió bien, y se consiguió dejar la portería a cero por primera vez en Liga como visitante, pero fue a costar de exponer poco en ataque. La explosividad de la triple media punta de poco servía cuando partían desde su propio terreno de juego, por ello el peligro en la puerta del Alavés llegó en contadas ocasiones. De hecho, que Porato fuera el mejor de los de Casuco o que Yordi recibiera prácticamente todos los balones en el círculo central, y siendo el jugador más adelantado, es una clara muestra de lo poco que expusieron los hombres que ayer jugaron completamente de rojo.
El partido fue aburrido porque las defensas se impusieron a los ataques y por que los definidores estuvieron bastante desacertados. De cualquier manera, el punto logrado en Mendizorroza podría servir mucho más para la mermada moral de los xerecistas, que para la posición que ocupan en una tabla de clasificación que poco ha variado su fisonomía en lo que a la zona baja respecta.
El once titular fue el esperado, con Porato en la portería; Mendoza, Moreno, Verdés y Portela conformando la línea defensiva; Samuel y Jorge Luque en el centro del campo; una triple media punta conformada por Aarón, Carlos Calvo y Marco Navas. Lo que ya no salió como se pensaba era lo de la posesión del cuero, pues, al menos durante la primera parte, el Alavés se impuso en la posesión. El conjunto de Uribe tardó un cuarto de hora en hacerse con las riendas del encuentro, pero entre Astudillo y Sergio lograron que el Xerez se tuviera que dedicar a defender.
Casuco había pedido a sus jugadores que adelantaran la línea defensiva, y de hecho lo hicieron, pero ello no sirvió para que los azulinos hicieran circular el esférico con fluidez. Básicamente por que no lo solían tener, y robaban pocos balones en la zona de creación. Los robos se producían en la zona de definición de los vitorianos por lo que las contras nacían desde de muy lejos y llegaban a la portería que defendía Bernardo con muy poco gas. Y es que lejos de tocar la bola desde atrás, los azulinos trataban de sacar partido a las segundas jugadas de forma individual. El problema es que ni Navas, ni Aarón, ni Carlos Calvo acertaron en el durante toda la tarde.
Aarón, que partía desde la izquierda, ofreció un fogonazo de verticalidad nada más comenzar el encuentro. Al llegar al área, su luz se apagó con un flojo disparo que no fue entre los tres palos.
La réplica del Alavés comenzó a darla Mena. El talaverano rompió la línea defensiva trazando una diagonal y penetrando desde atrás por el centro, pero su derechazo fue fácilmente detenido por Porato.
Durante la primera parte los azulinos apenas contaron con ocasiones reales de peligro. Yordi siempre tuvo que recibir de espaldas a la portería, y sólo acertó a ver la meta alavesista en las jugadas a balón parado -al isleño le anularon un gol por un presunto fuera de juego-. Es cierto que defensivamente se trabajó bien, y salvo un disparo al palo de Mena, poco peligro más creó el Alavés en la primera mitad, pero mucha culpa de ello la tenía el trabajo que realizaban tanto Luque como Samuel, y que impedía que los pivotes azulinos tuvieran demasiada frescura de ideas para crear. Por ello hubo que esperar hasta el minuto 38 para que el Deportivo enlazara una jugada elaborada.
En la segunda parte los azulinos contaron con un paréntesis de buen juego y de llegadas de manera continuada, pero la constante fue defensiva, con los hombres del Xerez tratando de frenar las tímidas llegadas de los alavesistas.
El bagaje de los ataques xerecista se limita a un puñado de disparos sin puntería que acabaron en la grada situada tras la portería del Alavés, y a la decena de contragolpes inacabados por culpa de un mal control o una nube de defensas del equipo vitoriano rodeando a los islotes ofensivos del Xerez. En cambio, Porato tuvo que firmar su mejor actuación para lograr dejar la portería a cero. El francés conocía bien ese terreno de juego y sacó el muestrario de paradas para desconsuelo de los alavesista. En la segunda parte ninguna ocasión clara para el Xerez, pero como el objetivo principal era no perder, era mantener la portería a cero y era lograr un punto, se cruzó la meta con una sonrisa. Por algo se empieza, y ya habrá tiempo para ganar. Exactamente 27 jornadas.
sgalvan@lavozdigital.es