Julio Mariscal Montes
En estos días se cumplen tres décadas del temprano fallecimiento del importante poeta de Arcos de La Frontera, Julio Mariscal Montes. De la trascendencia de este escritor arcense dan idea testimonios como los de su compañero de generación Francisco Bejarano al considerar al autor de La voz quebrada: uno de los grandes poetas del siglo XX. Por su parte Vicente Aleixandre, mostró en todo momento interés y curiosidad por el poeta de Arcos al conocer su obra exclamando: «¿Por qué Julio Mariscal no ocupa el lugar que merece en nuestra nómina lírica?» y Antonio Murciano paisano y compañero de la revista Alcaraván desde la primera aparición de tan importante publicación que «Mariscal Montes no puede faltar en ninguna antología que estudie el periodo de la poética del 50»; por citar solo a tres escritores conocedores del autor de Tierra, de clara herencia cernudiana.
Actualizado: GuardarEn aquel clima tremendamente inefable de la posguerra la ejemplar voz de Julio Mariscal era escuchada pese a su exultante juventud indisociable con su copiosa grandeza lírica en las revistas El Parnaso, Platero en la antes citada Alcaraván y en otras revistas ya en la historia de la mejor literatura donde era uno de los componentes más asiduos en compañía de los jóvenes poetas del momento y hoy consagrados por su explícita valía: Los Murciano, Ruiz-Copete, Pilar Paz, Jesús y José de las Cuevas, Quiñones, J. L. Tejada, en unión de poetas de fuera de la provincia o en el exilio, felizmente numerosísimos.
Siempre comenté con quien tuvo la dicha de ser alumno suyo Manuel García Barroso, las grandes cualidades humanas del que fuese su maestro. Muchas veces vi en las palabras de Manolo la incontenida emoción al hablar del magistral poeta arcense Julio Mariscal Montes, que nos dejó para siempre su legado inmortal, su obra literaria que se inició en 1954 con Corral de Muertos sin olvidar además de los ya citados: Pasan hombres oscuros, Poemas de ausencia, Quinta palabra, Tierra de secanos, Último día, Poemas a Soledad, Trébol de cuatro hojas o Aún es hoy. Y como nos dijiste una vez; «Quererte, mimarte, besarte , ese es mi destino, si me dicen que estas muriendo, me muero contigo »
Alfonso Aguirre. Puerto Real