SENADO. Fernández Ordóñez, durante su comparecencia. / EFE
Economia

El Banco de España no prevé un descenso de la inflación hasta abril del próximo año

El gobernador advierte de que la subida del IPC puede retraer la economía Alerta de que los altos precios podrían conllevar un incremento de los tipos

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La economía española se mueve en la actualidad en un escenario de «suave desaceleración», rodeado de un «claro aumento de las incertidumbres». Así lo describió ayer en el Senado el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien advirtió del riesgo de que la subida de la inflación -que en octubre se elevó al 3,6%- retraiga la actividad económica e incremente las tensiones. Asimismo, descartó una moderación de los precios hasta abril del próximo año, cuando ve «posible» un descenso del IPC, siempre que las alzas del petróleo y los alimentos no contagien al resto de componentes de la cesta de la compra.

A su juicio, las presiones inflacionistas actuales tienen un carácter «transitorio», aunque ello no aminora «el riesgo de su propagación al resto de la economía», que cree cada vez más alto por la «existencia de mecanismos y prácticas de indiciación en la fijación de precios y rentas». Fernández Ordóñez se refirió a las cláusulas de salvaguarda de los emolumentos de los trabajadores y a las revisiones del salario mínimo interprofesional que, según él, deberían «contemplarse con prudencia» para evitar efectos negativos sobre la formación de costes y la generación de empleo.

El responsable de la entidad no descartó nuevas subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo. El BCE, dijo, «está dispuesto a actuar si observa que se producen efectos de segunda ronda», es decir, si se trasladan a otros precios y a los salarios los encarecimientos del crudo y la «transitoria» subida de la inflación.

Incertidumbre

Con el mismo tono prudente de sus anteriores intervenciones, si bien incrementado porque «estamos en un momento en el que el análisis de las perspectivas económicas está rodeado de un grado de incertidumbre mayor del habitual», Fernández Ordóñez compareció ante la comisión de Presupuestos del Senado. Allí volvió a hablar de las turbulencias financieras llegadas de Estados Unidos que, junto al encarecimiento de las materias primas, parecen estar en el origen del enfriamiento económico que se ha apreciado tras el verano a nivel internacional.

En el mercado inmobiliario, explicó que el próximo año se mantendrá un ajuste «ordenado» de la demanda y una desaceleración «gradual» de los precios. En el capítulo de las cuentas públicas, precisó que el superávit superará este año el 1,3% previsto y se acercará al resultado de 2006 (1,8%).