HOGARES. Las familias se aprietan el cinturón. / SUR. ARCHIVO
Economia

El freno del gasto doméstico y el parón en la construcción rebajan el crecimiento

El PIB se incrementó un 3,8% en el tercer trimestre, dos décimas menos que el anterior, pero por encima de la zona euro

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Las familias se aprietan el cinturón, la construcción se frena y la actividad industrial no tira lo suficiente. El descenso de la confianza de los hogares y la desaceleración del 'ladrillo' rebajaron el ritmo de crecimiento de la economía española en el tercer trimestre del año. Pero en un momento delicado, el del estallido de la crisis de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos, el Producto Interior Bruto aún creció el 3,8% interanual, dos décimas menos que en la etapa abril-junio. Entre trimestres, el avance fue del 0,7%. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, considera que la evolución corresponde a un «aterrizaje suave».

La información del Instituto Nacional de Estadística contiene elementos positivos: la inversión en bienes de equipo todavía aumentó un notable 11,2% y las exportaciones crecieron el 8% en el tercer trimestre. La sangría del sector exterior se contiene, y ahora sólo resta seis décimas a la expansión. Para el secretario de Estado de Economía, David Vegara, «se acerca progresivamente el momento» en que veremos una contribución positiva de la cuenta internacional al aumento del PIB, algo que no sucede desde 2001.

En todo caso, la comparación con el dato adelantado de la zona euro revela que la economía española crece 1,2 puntos más que el promedio de los socios de la moneda única. Cuando ese diferencial se reduzca por la bonanza de nuestros vecinos, podremos beneficiarnos a través del turismo y las ventas al exterior, apuntó Vegara.

Solbes celebró unas cifras que, junto al avance del empleo en un 3%, permiten ser, dijo, «relativamente optimistas» cara al futuro próximo. Tras alcanzar la fase más alta del ciclo en los primeros meses de 2007, cuando el PIB creció el 4,1%, ahora considera garantizado que se cumplirá la previsión actual, y el aumento del año será del 3,8%.

En buena dirección

Lo importante, a juicio de las autoridades económicas, es que algo está cambiando en el patrón de crecimiento. «Si mantenemos este (nuevo) equilibrio en los próximos meses -concluyó Solbes-, iremos en la buena dirección». Admitió, no obstante, que el mercado laboral podría desacelerarse en alguna décima adicional.

El trabajo generado por la economía española -cada ocho horas de actividad computan como un empleo- creció en el tercer trimestre el 3,0%, dos décimas menos que en el anterior, lo que supone la creación neta de 560.000 puestos de trabajo a tiempo completo. Pese al frenazo de la actividad, la mayor generación de puestos de trabajo se sigue localizando en la construcción.

La confianza de los consumidores se encuentra en mínimos y el gasto en consumo final de los hogares se ha frenado cuatro décimas. De junio a septiembre creció a un ritmo del 2,9%. Por recelo ante el futuro, las familias se abstienen de comprar de bienes duraderos, como automóviles. La adquisición de coches cae a un ritmo cercano al 3%, medio punto más que en el trimestre anterior.