Formas de ganar, formas de sufrir
Actualizado: Guardaron la demora de juego aún presente, pese a quien le pese, incluido José Luis Oltra, el Tenerife se aferró ayer a la aquiescencia del contrario. El Xerez, endeble y pasivo en defensa como ninguno, perjudicial para los amantes del cerrojo como ecuación futbolística, resultó el mejor sparring para apaciguar los enrarecidos ánimos. En la primera mitad, que bien pudo terminar 5-0, a los xerecistas sólo les faltó poner los conos para las jugadas de estrategias. Desbordados y monopolizados merced a una línea defensiva liviana y permisiva, fueron engatuzados muy pronto por el obús de Ricardo a la escuadra.