La injusticia complica la Copa

La cuesta hacia Huelva es empinada, injustamente serpenteante tras el gol logrado por el equipo de Víctor Muñoz justo cuando el primer acto de la eliminatoria copera entre el Xerez y el Recre comenzaba a desaparecer en el horizonte. El Deportivo cayó por la mínima, perdió por no aprovechar los regalos defensivos que le concedió la defensa del conjunto onubense, por no materializar las llegadas con peligro, por no convertir en gol alguna de las más de tres ocasiones claras, y por conceder un respiro al bicho recreativista cuando daba las últimas bocanadas de aire que aún restaban en sus pulmones blanquiazules.

Injustamente, el Xerez tiene la eliminatoria en contra, por lo que necesitará, al menos, ganar por la mínima para empatar el duelo.

La empresa es complicada, pero no imposible si el equipo que todavía entrena Víctor Muñoz ofrece el mismo nivel que el mostrado ayer en Chapín. Un potencial muy similar al del un Xerez que, salvo en los minutos iniciales, le jugó como si de otro más de Segunda se tratara, pues de inicio el temor de tener a un Primera frente a sus ojos creaba cierto respeto. No temor, pero sí nerviosismo por la aureola del enemigo. Algo que se traducía en un juego espeso, sin demasiada movilidad, dinamismo o velocidad a la hora de sacar el cuero jugado desde atrás. A los centrales les costaba contactar con los pivotes, y tanto Aguilar como Luque solían recibir con el aliente de un jugador recreativista en el cogote. Por bandas apenas se penetró durante los primeros cuarenta y cinco minutos salvo cuando Antoñito apareció entre líneas. Y es que el delantero sevillano fue la única fuente de creación, el único al que se le encendió la luz para acercarse a Barbosa con verdadero riesgo de gol. De hecho, Antoñito salió con esa premisa desde el vestuario, pues ya en el primer minuto de partido recibió casi en el centro del campo para meter un profundo pase interior hacia Calvo. El centro chut del madrileño acabó en la grada tras un forzado remate de Navas.

Crecimiento azulino

La escasa posesión de balón de los recreativistas fue dando alas poco a poco a unos azulinos que salvo un susto tras una bola que se escurrió entre las manos de Porato, poco más sufrieron en la primera parte. El conjunto onubense sólo buscó otra vez más al meta azulino durante la primera mitad. Esta vez, Stephan respondió con reflejos. El meta francés no tuvo mucho trabajo más -salvo los propios líos en los que el se suele meter-, pues en la segunda parte, el Recre sólo volvería a aparecer para marcar. Y es que a pesar de que Víctor metió a Rosu y a Camuñas, las mejores ocasiones fueron para Yordi o Antoñito.

Cuando más calmado y apaciguado parecía el Rival, Rosu dio un zarpazo y Marquitos clavó el diente a la portería azulina para poner de cara su continuidad en la Copa.

sgalvan@lavozdigital.es