Un mercado de 500 millones
La Comisión Europea proporcionó ayer un impulso histórico a las Telecomunicaciones en Europa al anunciar una importante batería de reformas con vistas a crear un mercado único de 500 millones de consumidores. El conjunto de modificaciones está dirigido a armonizar la regulación del sector a escala europea, imponiendo medidas similares en los 27 estados miembros de la UE, entre ellas la polémica «separación funcional» de las redes de telecomunicaciones. Esta medida posibilitará, una vez que reciba la aprobación por parte del Parlamento Europeo y de la Comisión, que los distintos órganos reguladores nacionales fuercen a los operadores dominantes a separar su actividad comercial de la gestión de la red; lo que permitirá construir simultáneamente un mercado europeo que hasta ahora, por su fragmentación, privaba a los consumidores de las ventajas de una competencia transfronteriza. La reforma reforzará así los derechos del consumidor al ampliar su capacidad para elegir entre distintas compañías, reforzando la competencia, y al promover la inversión en estructuras de comunicaciones, liberalizando radiofrecuencias y haciéndolas más fiables y seguras.
Actualizado: GuardarPero lograr que la competencia sea verdaderamente efectiva y restar protagonismo a los operadores dominantes a fin de abrir determinados segmentos del mercado, especialmente la banda ancha, la nueva reglamentación deberá superar algunos obstáculos derivados de la tentación de los gobiernos de proteger a sus operadores nacionales. Las autoridades europeas están obligadas a no defraudar las expectativas creadas garantizando la aplicación de las reformas, que redundarán en precios más bajos, información transparente y comparable, y normas iguales para todos con el objetivo de favorecer la participación en la Red de millones de consumidores, un factor esencial para el progreso de la Unión.