Violentos cobardes
La violencia vuelve a estar de moda. Parece que ese punto violento que dicen que cada uno llevamos dentro, se está disparando. A estas alturas, todos recuerdan cómo el sábado, tras el partido que disputaron el Cádiz y el Xerez, un grupo de energúmenos, que cualquiera podría confundir con miembros de la facción más dura de la kale borroka, salieron a quemar contenedores, tirar piedras e insultar a la policía y a todos aquellos que se cruzaron en su camino.
Actualizado: GuardarTambién violencia es la que sufren los conductores de mi adorado y nunca utilizado -recalco que debido a mi condición de foránea y a que rebaso la edad máxima para tener el placer de ser usuaria- Bus Búho, ya que los agentes de seguridad que viajan con ellos en el trayecto, terminan su turno a las 06.00, justo cuando los más borrachos y drogados, suben al autobús. La consecuencia, es que durante el viaje, el pobre conductor tiene que sufrir los insultos de los beodos pasajeros que muchas veces no superan la mayoría de edad y ver sin poder moverse cómo destrozan el interior del vehículo. Parece que estos seres no entienden bien el castellano, de lo contrario su mente sería capaz de entender que cuando en un letrero pone no moleste al conductor quiere decir precisamente eso, y ahora lo explico para los ignorantes, si le molestan y se distrae puede tener un accidente y todos tenerlo con él.
Lo peor de todo esto es que, seguramente, cuando los violentos del fútbol y los que no soportan el alcohol se levanten al día siguiente su madre les tendrá puesto el desayuno y les preguntará: «¿Qué tal hijo, te lo has pasado bien?». Lo que también es seguro es que entonces no serán tan valientes y no serán capaces de contarle que destrozaron la calle y asustaron a un conductor.