La nueva zona azul convence a los comerciantes y enfada a los hosteleros y vecinos

La discrepancia en torno a la zona azul continúa instalada en las calles de La Isla. Su entrada en funcionamiento en cinco nuevas calles no ha gustado lo más mínimo a las personas que residen en éstas ni a los propietarios de bares y restaurantes, que consideran que va en detrimento del número de clientes, puesto que hay muchos que prefieren trasladarse a zonas donde no tengan que pagar por estacionar como ocurre, por ejemplo, en los centros comerciales.

No obstante, desde la Asociación de Comerciantes de San Fernando, la visión que tienen sobre el tema es bien distinta. De hecho, su presidente, Manuel Martínez, volvió a mostrarse ayer contento con la expansión de esta medida bajo la idea de que las personas que van a comprar encuentran aparcamiento más fácilmente.

Un precio «desorbitado»

Si hay un punto en que existe conformidad entre comerciantes, vecinos y hosteleros es el relacionado con el «elevado coste» de la zona azul en relación a otras ciudades del entorno.

De esta forma, vecinos como Eduardo Mendoza asegura preferir dar las vueltas que hagan falta con su vehículo, aunque el gasto en gasolina sea enorme, antes de pagar lo que califica como «impuesto revolucionario».