El Rey transmite a los ceutíes el «firme respaldo» y permanente aliento de la Corona
Don Juan Carlos expresa la «sincera amistad» de España hacia Marruecos, cuyo Gobierno tildó de «provocación» la visita real El Monarca se llevó la mano al corazón en el balcón de la Asamblea de Ceuta para agradecer el afecto manifestado por miles de ciudadanos
Actualizado: GuardarCaluroso recibimiento de los Reyes en Ceuta, primera parada de la primera visita de los Monarcas a las ciudades autónomas. Tras la multitudinaria acogida, el Rey Juan Carlos transmitió a los ceutíes el «firme respaldo» y el «permanente aliento» de la Corona. En su discurso ante las autoridades locales en el Palacio de la Asamblea, el jefe del Estado obvió las peculiaridades geográficas e históricas de esta plaza, a la que equiparó en todo momento a cualquier otra ciudad española. Expresó, eso sí, la «sincera amistad» que sienten los españoles hacia el vecino Marruecos, cuyo Gobierno tachó de «provocación» la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla.
El discurso del Rey fue seguido a través de una pantalla por miles de ciudadanos que desde las ocho de la mañana abarrotaron la Plaza de Nuestra Señora de África y que respondieron con una ovación cada vez que Don Juan Carlos aludió a su españolidad. «Tenía un compromiso pendiente con Ceuta, con los ceutíes y con sus autoridades, pero también con nosotros mismos como Reyes que se deben, ante todo, a todos los españoles. No quería dejar más tiempo sin venir a Ceuta para expresaros todo nuestro afecto y apoyo, al igual que lo hemos venido haciendo en tantas otra ciudades de España», resaltó el monarca entre aplausos.
Para Ceuta fue un día histórico pues hacía ochenta años que un Rey no pisaba sus calles. La última visita real fue el 6 de octubre de 1927, cuando Alfonso XIII, abuelo de Don Juan Carlos, acudió con la reina Victoria Eugenia. Los ceutíes no quisieron dejar pasar la ocasión de expresar su lealtad hacia la Corona al tiempo y reivindicar su nacionalidad. «Necesitábamos esta visita para poder demostrar a nuestros Reyes, y en su casa, el mucho cariño que aquí se les tiene». «Porque sus majestades han cruzado el Estrecho, pero no han salido de España», señaló el presidente de Ceuta, el popular Juan Jesús Vivas, palabras que los ciudadanos también vitorearon.
Engalanada
«Se nota, se siente, el Rey está presente», coreaban los congregados desde mucho antes de que los Reyes llegaran a la ciudad, engalanada para la ocasión con miles de banderas que tiñeron de rojo y amarillo las fachadas y los laterales de las calles a lo largo del kilómetro que separa el helipuerto del centro de la urbe. A las doce en punto el coche oficial entró en la plaza principal. De su ventanilla trasera izquierda asomaba la mano de Doña Sofía, que, sonriente, saludó a los ciudadanos durante todo el trayecto.
Don Juan Carlos y Doña Sofía se bajaron del coche junto a la Comandancia Militar, que en su honor hizo disparar 21 cañonazos, los que establece el reglamento militar para las honras al jefe del Estado. Después, el Rey pasó revista a una compañía de soldados formada por efectivos de la Legión y Regulares, las unidades más representativas que el Ejército tiene desplegadas en la ciudad autónoma.
La apoteosis llegó durante el paseo a pie de los Reyes alrededor de la plaza, en el que se acercaron a los laterales para estrechar las manos que les ofrecían los ciudadanos, entre los que había numerosos españoles de religión y cultura musulmanas, e incluso un centenar de inmigrantes del África subsahariana. «¿Otra, otra!», pidieron los asistentes cuando habían dado ya una vuelta completa al centro. Acompañados por la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, Don Juan Carlos y Doña Sofía entraron entonces al edificio de la Asamblea y salieron a saludar desde sus balcones a la multitud, que les acogió con gritos de «¿España, España!». Emocionado ante tantas muestras de cariño, el Rey se llevó la mano al corazón.
A continuación se celebró, en el Salón del Trono de la Asamblea de Ceuta, el acto institucional en el que el presidente de Ceuta entregó al monarca la Llave de Oro de la ciudad, distinción nunca antes otorgada a un visitante. Don Juan Carlos, que ya estuvo en Ceuta en 1970 cuando aún era Príncipe, le expresó su «especial emoción y alegría» en su regreso, «esta vez con motivo de nuestra primera visita institucional como Reyes».
El Rey, que en 1980 ya recibió como Príncipe la Medalla de la Ciudad, destacó que en sus 32 años de reinado, «han sido muchas vuestras invitaciones y también muchos nuestros deseos de volver a visitar Ceuta». «Una ciudad de historia y cultura centenarias, marcada por un armónico espíritu de integración y convivencia, que mira al futuro con la confianza y el respaldo de todos», señaló.
Amistad sincera
«Somos un país plenamente integrado en la Unión Europea que, desde el respeto mutuo, cultiva las relaciones de sincera amistad con sus vecinos y de estrecha cooperación con el mundo entero», señaló el Rey en alusión velada a Marruecos, cuyo gobierno decidió el viernes pasado llamar a consultas a su embajador en Madrid para expresar su disgusto por esta visita y la que el monarca realizará hoy a Melilla.
Después del acto oficial, los Reyes volvieron a darse un baño de multitudes por las calles ceutíes en su camino hacia el Parador la Muralla, donde presidieron una comida a la que asistieron 300 personas entre autoridades, políticos, empresarios y personalidades de la vida social y cultural de la ciudad. Acabado el almuerzo, ya camino del helipuerto, hicieron una parada para descubrir una placa en una zona de ocio pública, que en adelante se llamará Parque deportivo Juan Carlos I.
Tras ese último acto, Don Juan Carlos y Sofía abandonaron la ciudad en helicóptero rumbo a Madrid. Hoy visitarán Melilla, la otra ciudad española en el norte de África, donde está previsto que los ciudadanos les dispensen un recibimiento similar.