El doble pivote más defensivo, con Gago y Diarra, desató el buen fútbol merengue
En Mestalla, Schuster apostó por el músculo en el centro del campo para dar libertad de movimientos a Guti y Robinho y el experimento no pudo salir mejor La única vez que los alineó juntos fue en la derrota ante el Sevilla en la Supercopa
Actualizado: GuardarLa goleada del Real Madrid en Mestalla, 1-5, en el mejor partido de la temporada, quitó la espina clavada a Bernd Schuster en la ida de la Supercopa. Desde entonces nunca había apostado por el doble pivote más defensivo del que dispone, Diarra y Gago. Curiosamente, la apuesta menos ofensiva desató el juego que más se acerca a la excelencia deseada en el club.
«Es fútbol, no hay explicaciones. Por eso es tan lindo». Las palabras de Heinze son un ejemplo del pensamiento del vestuario. El día que el planteamiento fue más defensivo, el Real Madrid endosó a domicilio cinco goles a un poderoso rival, el Valencia, que llevaba 75 años sin que un equipo le vapulease así en su campo.
Bernd Schuster tenía un plan para las dos salidas consecutivas que marcarían el caminar del líder por la Liga. Valencia y Sevilla se planteaban como dos de las plazas más difíciles. Pese a que el técnico no probó ni se lo comunicó a sus jugadores hasta horas antes del partido en Mestalla, en su cabeza pasaba incrementar el músculo en el centro del campo.
Mal antecedente
La única ocasión en que Diarra y Gago habían jugado juntos fue en Sevilla, en la ida de la Supercopa. El experimento duró 45 minutos. En el descanso, en un Real Madrid en plena experimentación, el medio centro argentino se quedó en la caseta. La derrota final por 1-0 incrementaba las dudas que comenzaba a cosechar el equipo blanco.
El miércoles, Schuster sorprendió a todos. En los últimos partidos tanto con Diarra como con Gago, que comenzó a ser titular por la lesión del maliense, Guti se había visto obligado a olvidarse del vértice del rombo para ayudar en la construcción de fútbol y dar salida al balón.
Al técnico le preocupaba el bajón en el balance ofensivo y para dar total libertad en el campo a Robinho y Guti, decidió probar con su doble pivote más defensivo. El resultado fue inmejorable y Schuster ha dado con la tecla que desata el buen fútbol.
La goleada dejó a todos los jugadores contentos. Una muestra fue Gago relató lo cómodo que se sintió en Mestalla con el nuevo sistema. «Me sentí muy bien porque el equipo aumentó la posesión del esférico. Fuimos dueños desde el inicio. Aumentamos el poder en el centro del campo», explicó.
«Para mí no hay problema en jugar sólo, como un cinco clásico de Argentina, o hacerlo acompañado. Con Diarra me entendí bien y acabé contento. Fue un partido que me ayudó a seguir creciendo como futbolista para acercarme al jugador que quiero ser para el Real Madrid», agregó.
Mañana, en el estadio Sánchez Pizjuán ante el Sevilla, Schuster debe decidir si dar continuidad a su última apuesta o regresar a lo anterior, con lo que cosechaba resultados sin buen fútbol. Sea como fuere, mantiene los mejores números de la Liga. El Real Madrid es el equipo más goleador, 25 tantos en diez partidos, y el menos goleado, con siete.