![](/cadiz/prensa/noticias/200711/02/fotos/064D5CA-CUL-P2_1.jpg)
Estos niños son un demonio
Ibón Cormenzana lleva a las salas 'Los Totenwackers', una cinta de terror edulcorado dedicada a los más jóvenes
Actualizado: GuardarNo es nada nuevo comentar que, en nuestras fronteras, el negocio del cine se alimenta de las subvenciones y da bandazos sin encontrarse a sí mismo. De vez en cuando aparecen títulos como El orfanato, que oxigenan la taquilla nacional. Los Totenwackers, al igual que el hit de Bayona, es también un cuento de terror, aún más edulcorado si cabe. La razón del espíritu descafeinado del filme, de anuncio de juguetes, es que va dirigido al público infantil, un sector demasiado olvidado por estos lares que, tengámoslo en cuenta, alberga el semillero de los espectadores del futuro.
La cinta de Ibón Cormenzana cuenta con un diseño de producción digno de aplauso, que certifica que a nivel técnico, si se hacen bien las cosas, se puede competir con el cine americano. La historia flaquea en cambio con un guión anodino, pero, teniendo en cuenta el objetivo del producto, hay que agradecer el intento de levantar proyectos como éste en nuestra perjudicada industria.
Los Totenwackers presenta a la familia López, un matrimonio con dos hijas que se muda a un edificio tan majestuoso como destartalado. Poco después de terminar la mudanza, Sara, la pequeña del clan, percibe fenómenos extraños ante la incredulidad de sus padres. La señora Salgado, la extraña casera, parece tener algo que ver, pero sólo otro par de renacuajos le siguen el rollo a la protagonista.
Convertidos en cazafantasmas, deberán resolver el misterio de la desaparición de varios vecinos ancianos. Los más pequeños disfrutarán de lo lindo, siempre y cuando no esperen toparse con otro Harry Potter.