El barroco granadino aterriza en Sevilla con 'Antigüedad y excelencia'

La exposición Antigüedad y excelencias recrea la cultura y estética del Barroco granadino a través de una selección de unas 135 obras -pinturas, esculturas, dibujos, grabados, libros, planos, cerámica, etcétera- de alta calidad artística e interés documental. Las salas del Museo de Bellas Artes de Sevilla acogen hasta el 30 de diciembre piezas maestras de destacados artistas como Juan Sánchez Cotán, Pedro de Raxis, Alonso Cano, Pedro Atanasio Bocanegra, Juan de Sevilla, Pedro de Mena o José de Mora, entre otros.

Incluida la muestra dentro del programa expositivo del Proyecto Andalucía Barroca 2007, a través del que Junta busca recuperar y difundir la riqueza del legado patrimonial de este periodo histórico, la consejera de Cultura, Rosa Torres, señaló que el objetivo ha sido intercambiar entre Sevilla y Granada las grandes obras y maestros del Barroco. La capital granadina albergará así a partir de noviembre la exposición Teatro de Grandezas sobre la cultura barroca sevillana.

Aunque alejada del fulgor de Sevilla, el arte granadino de los siglos XVII y XVIII representa una realidad histórica y estética singular, de gran vitalidad y con un carácter artístico propio, que contribuyó notablemente a los grandes hallazgos formales y expresivos del Barroco meridional y a su irradiación dentro y fuera de Andalucía. El título de la exposición está tomado de una obra del escritor del siglo XVII Licenciado Bermúdez de Pedraza, perteneciente al género de la Literatura de Ciudades, de gran prestigio en un mundo como el barroco, eminentemente urbano.

En los albores del Barroco, la cultura granadina deriva aún de su espléndido Renacimiento. Este clasicismo, junto a la religiosidad que emana de los preceptos que impone la Contrarreforma, será el fundamento de una estética que mantendrá su carácter hasta la segunda mitad del siglo XVIII.

La exposición, que tiene como comisarios a Ignacio Henares Cuellar y Rafael López Guzmán, se divide en seis secciones temáticas, a través de las cuales se muestra la concepción urbana y social de Granada y los grandes programas decorativos de las órdenes religiosas, de la jerarquía eclesiástica y de las hermandades y cofradías. También ocupa un lugar preeminente la religiosidad íntima y privada, para la que se realizaron obras de pequeño formato; así como la figura del maestro Alonso Cano.