Doce años en una selva de siglas
El Partido Demócrata (PD) que hoy ve la luz en Italia es el final de un camino de doce años de utopías, ensayos, errores y puñaladas. Es el sueño de un gran partido reformista, socialdemócrata, moderado, para Italia que tenía en la cabeza Romano Prodi cuando en 1995 formó El Olivo. Aquella fue la primera vasta alianza de centroizquierda, que agrupó bajo el mismo paraguas a ex comunistas y ex democristianos. También había comunistas de verdad, verdes, socialistas y otras pequeñas formaciones personalistas.
Actualizado: GuardarEl experimento tuvo tirón popular y les sirvió para ganar las elecciones en 1996. Sin embargo, las peleas internas y los intereses particulares de cada formación arruinaron el invento al cabo de año y medio. Cayó el Gobierno de Prodi y la legislatura languideció hasta poner en bandeja el triunfo absoluto a Silvio Berlusconi en 2001.
Bloque común
En los cinco años de gobierno de centroderecha, con Prodi como presidente de la Comisión de la UE dirigiendo los hilos a distancia, los dos grandes partidos de centroizquierda retomaron la idea de un bloque común. Se empezó a hablar de ello en 2003, por sugerencia de Prodi. Los ex comunistas del DS, capitaneados por Massimo D'Alema y Piero Fassino, y el batiburrillo centrista cristiano de La Margherita, de Francesco Rutelli, se pusieron a trabajar. La Margherita, a su vez, había nacido en 2001 de la fusión de cuatro formaciones. En un paulatino acercamiento, una lista conjunta sumó en las europeas de 2004 un 31% de los votos. Este núcleo era el motor de centroizquierda y, tras ganar las elecciones en 2006, el proceso se ha acelerado, pues con nueve partidos, el Gobierno de Prodi es una jaula de grillos.
La fusión ha tenido el precio de perder piezas por los lados, pues en Italia es difícil resistir a la tentación de no figurar con un partidillo. Ha resurgido el enésimo partido socialista y hacia la izquierda se aglutina la llamada Cosa Rossa (Cosa Roja), las formaciones comunistas más radicales. Cuando haya elecciones todos se tomarán la medida.
