De videos y cocodrilos jerezanos
Hay que ver la que se ha formado con el cocodrilo, o con los cocodrilos. Uno, el de la Laguna de Torrox, y otro el que luce en la pechera uno de los protagonistas del video que han parido las mentes pensantes de Juventudes Socialistas, que visto lo visto no tienen posibilidad alguna de entrar a formar parte del equipo de guionistas del Club de la Comedia. Aunque la verdad es que los chavales son unos cachondos. Habría que preguntarle a la alcaldesa de Jerez si le ha hecho también tanta gracia la ocurrencia de los cachorros de su partido. Eso de colocar a los votantes del PP el rol de pijo-ignorante-tontolaba es desternillante. Yo no puedo parar. O eso de identificar a todos los pijos con votantes del PP y hacer ver que les falta un herbor por el hecho de vestirse de Lacoste es ya de un ingenio sublime.
Actualizado: GuardarPreguntaba lo de la alcaldesa porque en esta nuestra ciudad podríamos decir que la población de pijos por metro cuadrado siempre ha sido considerable, aunque, afortunadamente, la gran mayoría de ellos no se parece al del video de los artistas del PSOE ni siquiera en el tamaño del cocodrilo y menos aún en la escasa capacidad intelectual que luce el joven. Pero, no se equivoquen, no todos los pijos votan al PP. Es más, las pasadas elecciones municipales se dio la curiosa circunstancia de que uno de los feudos donde más creció el número de votos a nuestra ahora regidora del PSOE con mayoría absoluta fue en el distrito de la avenida Álvaro Domecq y la plaza del Caballo, el lugar por antonomasia y por el precio del metro cuadrado donde viven más pijos en Jerez.
Los analistas interpretaron lo ocurrido en base a tres explicaciones. Parte de los votantes del PP de toda la vida decidió apostar por Pilar Sánchez, principalmente, por tres motivos: el primero es que no perdonaban a María José García Pelayo que pactase en su día con Pedro Pacheco, traicionando así a tantos que, durante tantos años, habían clamado por la derrota del hasta entonces superpoderoso líder del PSA. La segunda de las razones residió en el conocido como voto útil. Es decir, viendo quien mandaba en la Diputación, la Junta y el Gobierno central, y reflexionando sobre el mapa político jerezano, la que más posibilidades tenía de borrar definitivamente a Pacheco del mapa era la señora Sánchez. Y así fue. Y la tercera motivación venía motivada por el descanso. Por la tranquilidad de la que disfrutaron muchos vecinos de la avenida y de la plaza del Caballo gracias a la decisión de Pilar Sánchez de blindar media ciudad a la entrada de los moteros durante el Gran Premio de España de Motociclismo.
Seguro que todos esos que visten de Lacoste y que apostaron por la actual alcaldesa no deben estar riéndose ni mucho menos con las gracietas de los futuros líderes del PSOE.
Pero si hablamos de cocodrilos -por cierto que la firma textil Lacoste ha anunciado medidas legales contra el famoso video- la noticia ha estado esta semana en la captura del que ya se había convertido en una celebridad, el bueno de Juancho, que ahora se recupera en el Zoobotánico de Jerez de las heridas sufridas durante su apresamiento. Resulta que la criatura que tuvo en vilo a la ciudad durante casi un mes nos es más que una cría de unos 70 centímetros de longitud. Una lagartija con sobrepeso, vamos. Lo suficiente, pensarán algunos, como para llevarse un sustito. Aunque claro, el supuesto peligro vendría si la Laguna de Torrox fuera navegable o se convirtiera en la primera playa de Jerez lindando con la Zona Sur. En fin, el pobre cocodrilo ajeno a todo esto nos ha servido como distracción ante despidos, visitas de Chaves anunciando viejos proyectos y demás. Y eso, al menos, habrá que agradecérselo.