DURO. Viggo Mortensen, de chófer mafioso.
VIGGO MORTENSEN ACTOR

«Me gusta observar el mundo de forma artística»

Repite con Cronenberg haciendo de villano en 'Promesas del Este'

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-¿Qué relación le une a David Cronenberg?

-Nos llevamos bien, compartimos el mismo sentido del humor, nos reímos de las mismas cosas y trabajamos de forma parecida. Él también se prepara minuciosamente antes de rodar. Y no tiene un ego que le impida que otros aporten talento al rodaje.

-Para dar vida a Nikolái decidió pasar un tiempo en Rusia.

-Ya había aprendido algo del idioma para hacer el personaje más o menos bien, en realidad no era necesario que me fuera a Rusia, pero me vino muy bien. Me gusta tener en mi mente el paisaje del que viene el personaje: cómo son los bosques, cómo es la comida, de qué se ríe la gente... Sé cómo reacciona en todo momento.

-En Promesas del Este hace de malo, ¿es más atractivo para un actor ser el villano del filme?

-Nikolái es igual de malo o igual de bueno que tú o que yo. Tiene muchas aristas, muchas facetas, igual que los personajes de los filmes de Cronenberg.

-Pero en filmes como El señor de los anillos discernimos muy bien quiénes son buenos y quiénes malos...

-Es cierto, pero es otra forma de rodar. Aunque también Aragorn tenía aristas. Yo pensaba que a veces tenía que estar cansado, cosa que no suele pasarle a un héroe de ficción. Aragorn se cansaba, se enojaba, se equivocaba, tenía dudas, miedo... Intenté hacer del personaje un ser humano creíble.

-¿Ha marcado Aragorn su trayectoria?

-Si no hubiese trabajado en la trilogía de Peter Jackson no habría rodado con Cronenberg o Agustín Díaz Yanes (Alatriste). Soy consciente de que el éxito de la saga motivó que otros directores pensaran en mí.

-En Promesas del Este hay una secuencia en la que tiene que pelear desnudo en una sauna. ¿Qué recuerda de ella?

-Parece raro, pero también nos reímos mucho haciéndola. Era ridículo cuando cortaban para hacer otra toma y yo me quedaba ahí, desnudo, sin saber muy bien qué hacer. Cronenberg es muy bueno en esos momentos, en las situaciones complejas gasta bromas para romper el hielo, es su forma de relajar el ambiente.

Un western

-¿Qué está rodando ahora?

-Un western, Appaloosa, que va a dirigir Ed Harris. Es la adaptación de una novela, un canto a la amistad que sucede en 1882. También están Renée Zellweger y Jeremy Irons, que interpreta a un malo muy interesante, una persona difícil de comprender.

-Además de actuar, escribe poesía, tiene una editorial, le gusta la fotografía, pinta...

-Me gusta observar el mundo de forma artística. Es importante prestar atención a la vida. Me gusta dibujar, sacar fotos, leer, ir al cine y, sobre todo, observar.

-¿Ha hecho ya las paces con Almodóvar después de afearle la conducta por no acudir a los Goya?

-La verdad es que no he coincidido con él, pero no tengo ningún problema con Almodóvar. Dije lo que pensaba, no sé si fue buena idea o no, pero me salió así. Vi cierto comportamiento y di mi opinión. No me arrepiento de haberlo hecho, pero no tengo problemas y le deseo lo mejor. Es un artista importante y seguirá haciendo cine interesante.

-¿Cómo lleva la fama?

-Es como cualquier cosa, si te la tomas demasiado en serio... Gajes del oficio. Y si además la gente va al cine a ver una película tuya, les interesa y aplauden... ¿No me voy a quejar! Lo de la alfombra roja y que te saquen fotos es extraño y, a veces, cegador. Si no te lo tomas demasiado en serio puedes participar en ello sin llegar a creértelo.

-Con lo que le gusta el fútbol, ¿no le gustaría protagonizar una buena película sobre el tema?

-Pienso que es muy difícil hacer una buena película sobre cualquier deporte. Hombre, podría encarnar a un entrenador, porque ya soy un poco viejo para ser el futbolista, ja, ja, ja...