Amenazas a los bañistas para que no graben con sus móviles la entrada de alijos
La difusión nacional de imágenes bochornosas de cargamentos de droga entrando por la costa del Campo de Gibraltar a plena luz del día molesta a los narcos
Actualizado: GuardarSin duda, las imágenes captadas por un bañista el pasado mes de junio en una playa de La Línea en las que se puede ver cómo una lancha neumática cargada de fardos alcanza la orilla y un grupo de personas comienza la labor de descarga a plena luz del día, han servido para que la realidad que se vive a diario en algunos puntos del litoral gaditano sea conocida más allá de sus fronteras.
A aquel primer vídeo que se coló en los informativos nacionales y fue muy comentado en redes sociales, le han seguido otros que han confirmado que lo sucedido en aquella playa linense no fue una anécdota. Este periódico ha tenido acceso a tres grabaciones más, todas ellas del río Guadarranque, donde recientemente se realizó un importante operativo policial con presencia de autoridades políticas.
A pesar de las detenciones y el precinto de narcoembarcaderos, la actividad en el río sigue siendo intensa.
Lo que sí es novedoso es que esas operaciones de desembarco de droga sean grabadas y posteriormente difundidas en 'prime time'. Una publicidad que no es del agrado de los narcos. Algo que ha quedado en evidencia la semana pasada cuando en dos cargamentos que entraron por La Línea previamente, las personas que estaban en la zona, fueron advertidas de que no tomaran imágenes o en caso contrario que se atuvieran a las consecuencias.
Fuentes policiales confirman que en ambos casos las amenazas llegaron de la misma manera: minutos antes de que apareciera la lancha, individuos con la cara tapada y circulando en vehículos 'quads' peinaron la orilla. A las personas que se encontraban a su paso les advertían de que no sacaran sus móviles.
Y es que gracias a esas imágenes que circulan por internet, una realidad local, de sobra conocida en la costa gaditana y más concretamente en el Campo de Gibraltar, la ven en todo el país. Los traficantes temen que esos bochornosos vídeos provoquen una respuesta oficial que se traduzca en más vigilancia y presencia policial.
Antidisturbios como en los 90
No es la primera vez que el tráfico de drogas se desmadra hasta convertirse en un problema de orden público. En los años 90, el Gobierno central aplicó una política de mano dura en la zona de la Atunara, donde los contrabandistas habían convertido en territorio sin ley ese barrio linense. Envió a agentes antidisturbios después de varios episodios de apedreamiento a las patrullas de la Guardia Civil que intentaban frenar la entrada de lanchas con tabaco de contrabando.
«A esta situación se llega cuando se ha perdido el principio de autoridad, que es lo que está ocurriendo en estos momentos. Los narcos se sienten fuertes, impunes y saben que tienen más medios que los cuerpos policiales y no le temen a nada, ni a descargar fardos sin esconderse». El presidente de la federación provincial de coordinadoras antidroga, Francisco Mena, recuerda perfectamente como en la Atunara «llegaron incluso a pintar un paso de peatones que indicaba por donde debían entrar las lanchas».
Una década después de la decisión acordaba para La Línea, el Gobierno central tuvo que volver a tomarla pero para Barbate, donde se reprodujeron escenas parecidas con los busquimanos. También se aprobó en esos años la construcción de las barreras flotantes que cerraron los ríos Guadarranque y Barbate hasta que los sabotajes y la falta de mantenimiento las dejaron inservibles.
Hasta principios de julio, Guardia Civil y Agencia Tributaria se habían incautado de 160 toneladas de hachís y 950 kilos de cocaína en lo que va de año en Andalucía; más de la mitad fue requisada en la comarca del Campo de Gibraltar, según datos del Ministerio del Interior. La comparativa a nivel nacional es estremecedora: el 87,3% del hachís incautado en España se requisa en Andalucía y de ese porcentaje andaluz, el 31,34% se interviene solo en Algeciras.
A pesar de estas cifras y de la realidad, también grabada con teléfonos móviles, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, calificó hace unos días de «excepcional» los alijos con espectadores.
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