Cómo quedaría la provincia de Cádiz si sufriera un tsunami
El casco histórico de la capital sería el menos afectado por un posible maremoto mientras que sí habría cuantiosos daños en Cortadura, y en lugares como La Barrosa o Valdelagrana
Actualizado: GuardarLas declaraciones del director de la Red Sísmica Nacional recordando que el riesgo de tsunami en España es algo «real» y no cuestión de alarmas, ha vuelto a remover la idea de qué ocurriría si Cádiz fuera embestida por una ola gigantesca.
Pues bien, la única referencia local histórica y más fiable con la que cuentan los estudiosos es el maremoto de 1755 que destrozó Lisboa y que provocó graves daños en la costa onubense y gaditana con la muerte de hasta 2.000 personas.
Ha sido esa catástrofe la que tomaron como 'medida' expertos a la hora de desarrollar el estudio Transfer, elaborado por la Unión Europea para trazar las zonas de riesgo de tsunamis y elaborar planes y estrategias.
Según las conclusiones de ese informe, las olas que se podrían alcanzar en caso de repetirse el maremoto serían de diez metros y entre el temblor y el posterior tsunami habría un tiempo de unos 45 minutos a una hora para ponerse a salvo.
Según explica el profesor de Ciencias del Mar y Ambientales Javier Benavente de ocurrir el terremoto de 1755 actualmente, causaría muchos más daños. La explicación es el posterior desarrollo urbanístico que ha existido.
«Hubo zonas que quedaron completamente inundadas como pudo ser toda la parte nueva de Cádiz que actualmente está ocupada de edificios». Esta circunstancia no sólo provocaría daños materiales sino que la probabilidad de riesgos de pérdidas humanas es mayor puesto que, debido a la construcción de viviendas, la densidad de población de estas zonas es más alta.
Así, si el agua llegara a impactar sobre Cádiz, las zonas de más altura como puede ser el casco histórico o Bahía Blanca correrían menos peligro, mientras que otras como La Laguna, Puerta Tierra, o San Severiano serían de las más perjudicadas. «El agua entraría fácilmente en la avenida y superaría los edificios que hay por el Paseo». De hecho, si el temblor fuera como el de 1755 (de 8,5 grados) se inundaría el tunel del tren y la carretera de entrada a Cádiz o salida a San Fernando.
En la provincia, los daños también serían considerables en zonas costeras como Conil donde el 1755 el agua alcanzó una altura de diez metros, en Trafalgar, donde llegó casi a los 20 y en Tarifa que estuvo entre los 5 y los 10.
Benavente advierte que el agua penetraría fácilmente también en la zona de La Barrosa que «quedaría completamente inundada», al igual que en Valdelagrana, en El Puerto, donde incluso se han encontrado restos de depósitos que dejó un anterior tsunami.
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