LIGA BBVA / jornada 13
Una victoria bajo el velo de la tragedia
La estrategia volvió a ser decisiva en el convincente triunfo del Atlético de Madrid (2-0) ante un Deportivo muy flojo
El velo de la tragedia ocurrida en Madrid Río tapó un día que nació luminoso, con el sol asomando entre jirones de nubes. La jornada matinal, familiar y festiva, se frustró en las gradas del Calderón, preñadas de gente a la que le costó un mundo entrar en la harina del partido. A los tímidos gritos de apoyo del Frente Atlético respondía el resto de la parroquia con pitidos, y con insultos la representación blanquiazul desde el gallinero del fondo norte. El fútbol no pudo sacudirse la crónica de sucesos, y en el entreacto y en la resaca posterior, cuando cada mochuelo enfilaba a su olivo, no se habló de deporte.
[Así hemos contado el partido]
El Deportivo saltó al campo con el blindaje previsto, torres en el centro de la defensa para evitar sustos en los envíos de Koke a balón parado, y una trinchera en la medular, con vigilancia especial para Arda y para el carrilero de moda, Juanfran. A pesar de la altura de los centrales deportivistas, el peligro rojiblanco llegó siempre con su jugada favorita (e indescifrable para los rivales), que tiene en el centrocampista vallecano su clave de bóveda. A los diez minutos, un centro de Koke lo cabeceó Mandzukic a la base del poste. A los 42, los mismos protagonistas; esta vez el croata peinó el balón en el primer palo y Saúl lo remachó a gol en el área pequeña. Entre medias, el choque se había encanallado con múltiples faltas y reclamaciones de penaltis. Solo Griezmann sumó alguna descarga eléctrica. Del Dépor apenas hubo noticias.
Víctor Fernández ordenó a sus hombres esperar al Atlético más arriba, pero si había intención de asustar duró muy poco. Saúl disparó desde fuera del área y el balón, rebotado en Sidnei, se fue a córner, siempre palabras mayores en el Calderón. Sacó Koke, despejó Postiga y Arda enganchó una volea que, tras pegar en la defensa, acabó en el fondo de la portería. Otro partido de lujo del turco, pleno de forma y que sumó su segundo gol en Liga después del que anotó en el Bernabéu.
Con el 2-0 en el zurrón el Atlético bajó una marcha y esperó zanjar el debate al contragolpe. Salieron Jiménez y Cerci, dos jugadores que aspiran a más minutos en un equipo donde la competencia es feroz. El italiano ha mostrado su descontento por el papel irrelevante que está teniendo por ahora. Recibió aplausos y se mostró activo por la banda derecha, donde se pegó alguna carrera y trianguló con Juanfran; también probó suerte con un disparo lejano. Si se arma de paciencia tendrá futuro en el Manzanares, porque le sobra calidad.
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