El escrutinio

El vituperado señor D'Hont

Cómo funciona el sistema proporcional de asignación de escaños

El vituperado señor D'Hont v. merino

r. r.

El método D'Hont de asignación escaños forma parte de esas cosas que, llegadas las elecciones, todo el mundo critica. Y solamente son matemáticas a pesar de que se le culpa de prácticamente todos los fallos del sistema. Cuestiones que, en realidad, tienen más que ver con decisiones legislativas, como el tamaño de las circunscripciones, o de mera cultura política.

En España, en Andalucía, tenemos un sistema proporcional por circunscripciones salvo en el Senado que funciona por el mayoritario. Y D'Hont tiene un sistema de funcionamiento bastante sencillo. Consiste en dividir una y otra vez hasta que se reparten los escaños. El orden de los cocientes marca quién se lleva el escaño.

Un ejemplo práctico es el de la provincia de Córdoba. Aquí se reparten doce escaños . El sistema ignora a los partidos que no han llegado al mínimo para obtener representación parlamentaria. Una vez realizada esa cuenta, basta con dividir el número de votos por cada uno de los escaños (votos entre uno, dos, tres hasta llegar a doce en el caso de Córdoba).

Siempre «a grosso modo», el resultado de todas esas divisiones se ordenará de mayor a menor . En el caso de la circunscripción de Córdoba, los doce números mayores (y su correspondiente partido) obtienen escaño.

No es el único sistema de reparto de escaños aunque sí es uno de los más usados en todas las democracias parlamentarias que utilizan el método proporcional. Se considera que la subdivisión del territorio en circunscripciones es lo que distorsiona la proporcionalidad del resultado . En el conjunto de España, eso ha permitido la alta representación de partidos nacionalistas con alta implantación (como el PNV o CiU).

Varias han sido las estrategias para intentar corregir esas distorsiones. Una es que parte de los parlamentarios se asignen por circunscripción única. Otra, que se elijan más diputados . Ninguna de ellas ha llegado a cuajar.

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